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Más que un evento para festejar el nacimiento de Buda, se trata también de una oportunidad para que los monjes y budistas muestren la gratitud y el respeto a Buda mediante la práctica de las enseñanzas budistas y una vida consciente, responsable y piadosa para contribuir a crear un mundo pacífico y feliz.
El evento busca además difundir el valor ideológico e histórico de la Pagoda de Ngoa Van, una reliquia nacional especial.
El programa se desarrolló con muchas actividades religiosas para orar por la paz y la prosperidad del país y la salud y la felicidad de la población.