También anunció no descartar la posibilidad de imponer aranceles suplementarios a dichas mercancías norteamericanas para las transacciones concluidas después del 3 de agosto.
Este anuncio supone un peldaño más en el incremento de las tensiones en la guerra comercial que ambos países libran desde el pasado año y que ha entrado en un nuevo capítulo después de que, el mismo lunes, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos tildara al gigante asiático de país “manipulador de divisas” y amenazara con tomar represalias para acabar con sus injustas ventajas competitivas en el marco del Fondo Monetario Internacional.