La libertad de prensa está consagrada concretamente en el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1996, según el cual toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Esto comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de frontera, y lo mismo oralmente que por escrito o en forma impresa o artística, o mediante cualquier otro procedimiento de su elección.

Foto de ilustración (VNA)

Libertad de expresión en normativas mundiales

Dicho tratado internacional afirma que el ejercicio del derecho previsto en el párrafo dos del artículo 19 entraña deberes y responsabilidades especiales. Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas restricciones que deberán, sin embargo, estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias para asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás y proteger la seguridad nacional, el orden público o la salud o la moral públicas. Mientras, el artículo 29 de la Declaración Universal de Derechos Humanos señala que en el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.

Cada nación ha legislado de manera específica sobre la libertad de prensa. La Constitución de Alemania estipula que todo el mundo tiene derecho a expresar su punto de vista por imágenes, palabras y escritos o a través de medios de comunicación. Sin embargo, dispone que pierde a ciudadanía  quien abuse de esto como herramienta en contra del orden de la sociedad democrática. Mientras, Estados Unidos, autoproclamado paladín de la libertad de expresión, prohíbe imprimir, editar, transmitir en cualquier forma o por cualquier medio, distribuir o presentar al público documentos cuyos contenidos propaguen o inciten a la violencia o la sublevación contra el orden establecido.

Por su parte, la Constitución de Vietnam de 2013 estipula que la libertad de expresión y prensa tiene similitudes con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, señalando que los ciudadanos tienen derecho a acceder a las informaciones, reuniones, manifestaciones y agrupaciones sociales de acuerdo con las leyes nacionales. La legislación de Prensa de este país se adapta a las normativas sobre los derechos humanos.

Garantiza el desarrollo de la prensa vietnamita bajo la Ley

Las bases jurídicas en correspondencia con la ley internacional crean condiciones propicias para el desarrollo de la prensa vietnamita. En la actualidad la nación indochina cuenta con 859 medios periodísticos impresos, 135 online, 258 plataformas electrónicas y 67 órganos de radio y televisión. Tanto los vietnamitas residentes en ultramar y como los amigos internacionales que trabajan en este país pueden acceder a las informaciones de los órganos oficiales de prensa. En Vietnam operan más de 75 canales televisivos extranjeros, entre ellos CNN, BBC, KBS, Bloomberg y Australia Network, así como más de 20 agencias noticiosas. A través de Internet, los vietnamitas tienen derecho a adquirir informaciones y conocimientos sobre todo el mundo. También es una de las naciones de la región con mayor ritmo de desarrollo de Internet y redes sociales. Según estimados, alrededor de 35 millones de vietnamitas, más de la tercera parte de la población, usan Facebook, 21 millones de ellos diariamente. Numerosas entidades estatales recurren a ese mecanismo para contactar con los ciudadanos.

Prensa estimula progreso social

La prensa vietnamita ha participado proactivamente en la lucha contra la degradación de la ideología política, los principios morales y las lacras sociales. También se consideran decisivos sus aportes al combate contra la corrupción.

El Partido y el Estado vietnamitas tienen plena conciencia de que la libertad de expresión y prensa es una fuerza motriz del bienestar. El avance socioeconómico integral del país evidencia que carecen de fundamento las acusaciones de que Vietnam no respeta esos  derechos ciudadanos.