La escolarización es uno de los logros destacados de Vietnam en materia de derechos humanos. (Foto: VNA) |
Desde la fundación del país y la elección del camino socialista, Vietnam siempre ha perseguido la meta de proteger y promover los derechos humanos de toda la población. Aunque no es el primer Estado en plantear los problemas de los derechos fundamentales de las personas, figura entre los pocos países del mundo con acceso a este tema. En la Proclamación de Independencia para dar a luz a la República Democrática de Vietnam, hoy República Socialista de Vietnam, el presidente Ho Chi Minh declaró: “Todos los hombres en el mundo nacen iguales. Todos los pueblos tienen derecho a la vida, la felicidad y la libertad”. Al señalar eso, el líder afirmó que los derechos humanos solo se garantizan al asociarse con los derechos a la independencia y la liberación nacional. Mientras, el lema “Independencia, libertad y felicidad”, que está vinculado al nombre de Vietnam desde la creación de la administración revolucionaria, sigue siendo el mismo. Esto significa que tanto antes como ahora esos son los objetivos en los que siempre persiste Vietnam.
Mientras, la Constitución de 1946 y sus nuevas versiones en 1959, 1980, 1992 y 2013, insisten en institucionalizar los derechos humanos y ciudadanos. Especialmente, la Constitución de 2013 confecciona un capítulo entero al respecto. Concretamente, tras el artículo 1 relativo a la soberanía geográfica, viene el segundo en el que se reafirma el principio de que los máximos derechos soberanos pertenecen a la ciudadanía. El texto reseña: “El Estado de la República Socialista de Vietnam es uno de derecho socialista, del Pueblo y por y para el Pueblo”. Por primera vez, en esa última versión de la Ley Fundamental de Vietnam, las primeras letras de la palabra “Nhan Dan” (pueblo) se escriben en mayúscula, a fin de destacar la posición y el rol decisivo de las masas en el proceso histórico y la causa de construcción y defensa de la Patria. Además, durante el período 2014-2019, Vietnam promulgó más de 100 documentos jurídicos y decretos sobre la protección de los derechos humanos y ciudadanos.
Por otro lado, Vietnam ha logrado en los últimos 70 años grandes logros en este campo, lo que se ha reflejado en diferentes sectores durante los últimos casi 35 años de aplicar el “Doi Moi” (Renovación), de 1989 a 2020, especialmente en lo económico. En concreto, de ser una economía agrícola atrasada, con una envergadura modesta de solo 14 mil millones de dólares en 1985, Vietnam pasó a cobrar una mayor dimensión, de 262 millones de dólares en 2019, es decir, un aumento de 18,7 veces. Recientemente, la revista The Economist, en su publicación de agosto de 2020, clasificó a la nación indochina entre las 16 economías emergentes más exitosas del mundo. A pesar de que la pandemia del covid-19 ha provocado graves impactos en el mundo y contracciones en muchas economías, Vietnam mantiene en lo que va del año un crecimiento bastante bueno, gracias a la dirección coordinada y drástica del Gobierno para cumplir su doble objetivo. El desarrollo económico es la premisa para materializar las políticas de bienestar social y cultural en el difícil contexto actual. Esto se demuestra en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Vietnam. Según el informe al respecto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), publicado en diciembre de 2019, con 0,63 puntos, Vietnam se situó en el lugar número 118 entre los 189 países clasificados. La esperanza de vida de los vietnamitas aumentó 4,8 años. Mientras, el ingreso per cápita de Vietnam se incrementó en más de un 354%. Todo ello lo ayudó a figurar entre los países de mayor crecimiento del IDH en el mundo.
El hecho de que el Partido Comunista de Vietnam determinara el socialismo como el camino de desarrollo nacional para los objetivos “pueblo próspero y país poderoso, democrático, justo y civilizado” enfatiza aún más sus esfuerzos por garantizar los derechos a la felicidad y la libertad, señalados por el fundador de la República, el presidente Ho Chi Minh, en su Proclamación de Independencia. Es también el compromiso político de Vietnam de trabajar junto con los otros países para cumplir y promocionar eficientemente los valores universales identificados en la Declaración Universal de los derechos humanos.