Hasta el 8 de marzo, después de un año del inicio de la campaña de vacunación a nivel nacional, Vietnam ha inyectado cerca de 198,3 millones de dosis de vacunas contra el covid-19. (Foto de ilustración: VNA)

Como muchos otros países del mundo, desde 2020 hasta ahora, la pandemia de covid-19 ha afectado profundamente todos los aspectos de la vida en Vietnam, particularmente en el disfrute de los derechos humanos de la ciudadanía. Entretanto, la violencia y los conflictos van en aumento, lo que no solo amenaza la paz, la seguridad y el desarrollo, sino que también obstaculiza la resiliencia de la economía mundial. Asimismo, los desastres naturales, el cambio climático y la degradación ambiental continúan teniendo un fuerte impacto en la vida de la gente, mientras que la desigualdad dentro de los países y entre ellos se sigue agravando.

En este contexto desafiante, Vietnam siempre se ha adherido a una política transparente y coherente para garantizar y promover los derechos humanos. El primer ministro Pham Minh Chinh enfatizó: "No sacrificaremos la seguridad social, el medio ambiente, el progreso y la justicia para lograr el crecimiento económico"; o “cuidar a casi 100 millones de personas para que disfruten de buenas condiciones económicas y la democracia, así como una vida pacífica y segura, y protegida, eso es lo más importante”. De hecho, hasta ahora, la protección y promoción de los derechos humanos siempre han sido un tema central en la Constitución, las leyes y las estrategias y planes de desarrollo socioeconómico del país. Con base en esa política consistente, Vietnam ha implementado con seriedad sus obligaciones y compromisos internacionales en el campo de los derechos humanos, incluidas las recomendaciones bajo el mecanismo del Examen Periódico Universal (EPU). Para la pandemia de covid-19, Vietnam ha identificado a la prevención y el control de la enfermedad como tareas clave, siendo la principal prioridad proteger la salud de la población.

Con los esfuerzos de todo el sistema político y la solidaridad del pueblo, al 8 de marzo, después de un año del inicio de la campaña de vacunación a nivel nacional, Vietnam ha inyectado cerca de 198,3 millones de dosis de vacunas contra el covid-19 y se convirtió en uno de los 6 países con la tasa de cobertura de vacunas más alta del mundo. Estas cifras muestran los esfuerzos del Gobierno vietnamita por acelerar la tasa de vacunación a favor de la adaptación segura y flexible hacia el control eficaz de la pandemia.

En el aspecto económico, a pesar de las dificultades provocadas por el covid-19, el crecimiento de Vietnam alcanzó el 2,58% en 2021 y el Banco Mundial (BM) prevé que vuelva al 6,5 o 7% a partir de 2022. En el contexto de que el mundo se está abriendo gradualmente y recuperándose de la pandemia, la nación indochina también está decidida a emprender un proceso de recuperación para un avance verde e inclusivo, asegurando un proceso de crecimiento integral y sostenible con el objetivo de construir una sociedad justa para todos, tomando a las personas como el centro, el sujeto, el objetivo y la fuerza impulsora del desarrollo.  

El ministro de Relaciones Exteriores de Vietnam, Bui Thanh Son, en el 49o período de sesiones ordinarias del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. (Foto: nld.com.vn)

Al afirmar que los valores que Vietnam se esfuerza por inculcar a su pueblo son los mismos que las Naciones Unidas desean para toda la humanidad, Hanói ha solicitado ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, período 2023-2025 y con el apoyo de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) es el único candidato del bloque regional para esta misión. En el marco del 49 período de sesiones ordinarias del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el ministro de Relaciones Exteriores Bui Thanh Son reafirmó su deseo de contribuir al esfuerzo común para garantizar los derechos humanos de todas las personas en el mundo. Según él, Vietnam está dispuesto a cooperar con las partes interesadas para promover los principios de la Carta de la ONU y el derecho internacional y fortalecer el desempeño efectivo del Consejo de Derechos Humanos a través del diálogo, la cooperación y el respeto mutuo.

Además, el país del Sudeste Asiático presta especial atención a la protección de los derechos de los grupos vulnerables, la igualdad de género, la garantía de los derechos humanos en la solución de problemas globales, especialmente en respuesta al cambio climático. Al mismo tiempo, prioriza la promoción del derecho a la salud en el contexto de la prevención de la pandemia de covid-19 y las enfermedades infecciosas, el derecho al trabajo decente asociado a la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y el derecho a una educación de calidad basada en la igualdad de acceso a las oportunidades.