La isla de Phu Lam perteneciente al archipiélago vietnamita de Hoang Sa invadida ilegalmente por China (Foto: CSIS/AMTI)

Cabe destacar que en estos difíciles momentos en que el mundo trabaja con máximos esfuerzos para controlar el Covid-19, China, conocida como una potencia internacional se expone con un comportamiento irresponsable al aprovechar tal escenario para desestabilizar la situación regional.

Continuos actos intimidatorios

Solo en 2019, el buque chino de prospecciones petroleras Haiyang Dizhi 8 acompañado de sus escoltas infringió la soberanía marítima de Vietnam durante más de 100 días. También lo hizo Beijing con otros países regionales como Malasia, Filipinas e Indonesia.

En abril de este año, un guardacostas chino causó el hundimiento de un barco pesquero de Vietnam. China aún no ha cesado sus actos intimidatorios cuando el 18 del corriente mes, el Ministerio de Asuntos Civiles comunicó que el Consejo de Estado ratificó el establecimiento de los llamados distritos “Xisha” y “Nansha” pertenecientes a la ciudad de Sansha, provincia de Hainan. 

La fuente local también reportó que Xisha administra las islas y arrecifes del archipiélago homónimo denominado por el Gobierno chino. En realidad, esta zona está fundada en la isla de Phu Lam, perteneciente al archipiélago Hoang Sa de Vietnam. Xisha además sirve de órgano administrativo interino para las islas y arrecifes de Zhongsha y sus aguas adyacentes.

Mientras, Nansha gestiona el archipiélago homónimo y sus territorios colindantes. La llamada administración de Nansha se ubica ilegalmente en la zona de Da Chu Thap del archipiélago vietnamita de Truong Sa, militarizada recientemente por China.

La zona de Da Chu Thap del archipiélago vietnamita de Truong Sa militarizada por China (Foto: CSIS/AMTI)

 La declaración resulta absolutamente inválida

La declaración del establecimiento de dichas unidades administrativas por parte del Gobierno chino resulta absolutamente inválida.

Primero, Beijing no tiene el derecho soberano en los archipiélagos vietnamitas de Hoang Sa y Truong Sa. El 30 de marzo pasado, Hanói presentó ante la ONU un Acta en la cual reitera que tiene suficientes pruebas históricas y jurídicas para demostrar su soberanía en Hoang Sa y Truong Sa, conforme a las leyes internacionales. Además, el país indochino declaró que la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar de 1982 (Unclos) es la única base legal e integral para identificar las categorías relativas a los beneficios de Vietnam y China en el Mar Oriental. En esta senda, Hanói evidencia su derecho soberano en dichas aguas mediante documentos históricos y jurídicos.

Segundo, el hecho de que China usó actos violentos para invadir todo Hoang Sa y siete estructuras de Truong Sa viola las normas universales, sobre todo la Carta de la ONU. Por añadidura, la Resolución 2625 del Consejo de Seguridad establecido en 1970 indica que no aceptará el uso de la fuerza con intención de infringir la integridad territorial de cualquier Estado. Por su parte, China no puede evidenciar legalmente su soberanía sobre los archipiélagos de Vietnam.

En conclusión, China va en contra de las leyes internacionales sobre los derechos marítimos. El establecimiento de los distritos de Xisha y Nansha expresa su ambición de monopolio del Mar Oriental cuando ha desplegado una avalancha de violaciones administrativas y jurídicas. Da reclamos irracionales sobre la soberanía pese a las normativas mundiales. Sus actos deben ser condenados por la comunidad internacional.