El negociador comunitario, Michel Barnier, en una conferencia de prensa sobre la primera ronda de diálogos en torno a un acuerdo comercial entre el Reino Unido y la Unión Europea, el 5 de marzo en Bruselas, Bélgica (Foto: AFP/VNA)

El proceso de diálogo comercial comenzó poco más de un mes después del Brexit. El negociador comunitario, Michel Barnier, y su par británico, David Frost, sostuvieron el primer encuentro del 2 al 5 de marzo, en un esfuerzo por alcanzar un acuerdo sobre la futura relación bilateral antes del fin de la fase de transición el 31 de diciembre de 2020, creando las condiciones para activar el pacto en 2021.

El último borrador del acuerdo se dirige a una competencia justa en comercio y una cooperación estrecha en políticas diplomáticas y de seguridad internacional. Con anterioridad, la Unión Europea (UE) presentó sus propuestas al respecto al Parlamento Europeo y los países miembros.

Discrepancias difíciles de resolver

Bruselas y Londres debatieron sobre una avalancha de diferendos en la primera ronda de negociaciones.

Quedan aún cuatro cuestiones, indicó Michel Barnier. Primera, el Reino Unido no expuso las normas jurídicas en lo referido a competencia y negocios. Segunda, quiere dejar de aplicar la Convención Europea de Derechos Humanos y tampoco quiere que el Tribunal de Justicia de la UE desempeñe su papel de manera plena a la hora de interpretar el derecho comunitario, lo cual agravaría el alcance de la cooperación entre las fuerzas policiacas de ambas partes. Tercera, Londres intenta firmar una serie de acuerdos con la UE en diversos campos, lo que va en contra de la idea del bloque sobre un documento general. El último punto es el futuro acceso de las flotas pesqueras de la agrupación a los caladeros británicos. Bruselas insistió en la necesidad de una solución equilibrada sobre la pesca que será incluida en el acuerdo comercial. Mientras, los británicos buscan negociar en particular el acceso recíproco a las aguas británicas y europeas cada año.

El Reino Unido pretende construir un “sistema legal privado” post-Brexit. Mientras, la UE está esforzándose por lograr un tratado en el que Londres deberá aceptar su supervisión a cambio de los accesos preferenciales al mercado común.

Queda poco tiempo

Desde su retirada oficial el 31 de enero, tras 47 años de ser miembro de la UE, el Reino Unido está en una fase transitoria hasta el próximo 31 de diciembre, por lo cual debe continuar cumpliendo con las normas comunitarias.

Aunque los analistas subrayaron que la primera ronda de diálogos se desarrolló en un espíritu constructivo y franco, resulta difícil alcanzar un acuerdo. Las dos partes prevén celebrar las negociaciones de forma rotativa cada dos o tres semanas hasta el próximo 30 de junio. También planearon efectuar una cumbre en ese mes para decidir si siguen con los diálogos.

Una agenda plena es una presión para ambas partes, pues tienen que solucionar las grandes discrepancias antes de lograr un acuerdo. Expertos advirtieron que el objetivo no sería conseguido si no hay concesión alguna.

El próximo mes de julio será el último plazo para que el primer ministro británico, Boris Johnson decida si su Gobierno mantiene el actual estado de relaciones con la UE hasta finales de 2021. En este sentido, celebrar una reunión directa en estos momentos es una tarea ardua mientras no queda mucho tiempo para que ambas partes tomen las últimas decisiones.