Foto de ilustración (Fuente: VNA)
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Los conservadores consiguieron 365 asientos, 39 más que el número necesario para formar un gobierno sin necesidad de aliarse con otras fuerzas políticas. Pero lo que es más importante, ese resultado garantiza una mayoría absoluta en la Cámara de Representantes, lo que permite a Johnson y a los conservadores implementar sus ambiciosos planes, entre ellos el "divorcio" de la Unión Europea (UE), que ha enfrentado muchos obstáculos durante los últimos dos años.
Camino ancho para la aprobación del Brexit en el Parlamento
Inmediatamente después de conocidos los resultados de la votación, el primer ministro Boris Johnson declaró que el Brexit ya no era un tema controvertido entre el pueblo británico.
Antes de los comicios generales del 12 de diciembre, el Partido Conservador fracasó continuamente en persuadir al Parlamento de que aprobara el acuerdo del Brexit alcanzado con el bloque comunitario, debido a la falta de respaldo en la Cámara de Representantes. Ello lo obligó a pedir a la UE retrasar por tres veces la fecha límite de salida del Reino Unido de la comunidad. Bajo el mandato de la primera ministra Theresa May, los esfuerzos de los conservadores también resultaron fallidos por tres veces, lo que resultó en la renuncia de la premier. Ante semejante situación, muchos observadores afirmaron que el proceso Brexit estaba "estancado".
La victoria del Partido Conservador en el Parlamento hace muy probable que este adopte cualquier acuerdo que el gobierno británico alcance con la UE sobre el Brexit.
Obstáculos y desafíos
La victoria del Partido Conservador cumple con la expectativa de los líderes de la UE. Y no por simpatía hacia los conservadores, sino porque el triunfo de estos hace más clara la perspectiva del Brexit. Además, el bloque comunitario espera que en virtud de su victoria abrumadora, el primer ministro Johnson pueda desvanecer las ideas euroescépticas en su partido y construir vínculos más estrechos con Bruselas. Esto se considera una ventaja para Boris Johnson en las negociaciones de un nuevo acuerdo con la UE.
Sin embargo, eso no significa que el proceso del Brexit se realizará sin obstáculos en 2020. La UE ha expresado claramente que no permitirá al Reino Unido acceder fácilmente a su mercado si el primer ministro Johnson insiste en construir regulaciones comerciales y ambientales muy diferentes a las actuales.
Además, en términos de tiempo, el premier británico quiere terminar las conversaciones comerciales con la UE en noviembre de 2020 para que las relaciones bilaterales puedan pasar a una nueva página en 2021. Según muchos expertos y funcionarios europeos, es imposible que las partes lleguen a un tratado de libre comercio en menos de un año. Como resultado, Londres correrá el riesgo de no alcanzar ninguno pacto con la UE, o solo obtendrá uno limitado. En ese escenario, los problemas surgirán nuevamente, convirtiéndose en un verdadero desafío para el Brexit.
Asimismo, los analistas dijeron que la oposición al Brexit en el Reino Unido no se rendirá fácilmente. La evidencia más reciente emergió el 14 de diciembre pasado, cuando la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, advirtió que Boris Johnson debería "centrarse en la realidad" y reconocer que el Partido Nacional Escocés tiene asignado realizar un segundo referéndum sobre la independencia. Probablemente esta sea una señal para abrir nuevos frentes contra el proceso del Brexit que están intentando cumplir el primer ministro Boris Johnson y los conservadores.