La “Semana de Oro” fue una de las etapas históricas más preciosas de la fortaleza del pueblo en los primeros días de la República Democrática de Vietnam después de la Revolución de Agosto de 1945. En aquel entonces, el joven gobierno revolucionario enfrentó dificultades y desafíos descomunales, especialmente en economía y finanzas. El tesoro nacional estaba vacío, y se desencadenó la hambruna... Una de las medidas adoptadas por el Estado para superar esas dificultades fue movilizar las contribuciones voluntarias de la población. 20 millones de dongs (moneda nacional) y casi 400 kilogramos de oro fue el capital total aportado por la ciudadanía durante el evento “Semana de Oro”. Esa fue una de las muestras vivaces de la confianza absoluta del pueblo vietnamita en el PCV y en el presidente Ho Chi Minh en aquel momento.

El Héroe de las Fuerzas Armadas Tran Ngoc Phuong, residente en la calle de Hung Vuong, de la ciudad de Bac Giang, en la provincia homónima, dijo que sin esa fe, la gente no hubiera dado su fortuna a la administración para la reconstrucción nacional.

“Crecí cuando el Partido dirigió al país a la victoria de la Revolución de Agosto. Aunque la nación encaraba enormes dificultades, la población creía en el Partido y en el sistema, por lo que se dispuso a brindar oro y dinero para construir un buen país. Creo que esa confianza se la ganó el Partido”.

Gracias a esta fuerza, el PCV lideró al pueblo vietnamita en el camino hacia grandes proezas tales como el triunfo de la Operación de Dien Bien Phu, la resonante victoria en la primavera de 1975 y especialmente, los logros impresionantes del Doi Moi (Renovación). Es la confianza de los ciudadanos en el aparato político la que permitió a Vietnam superar cuantiosos retos en las últimas nueve décadas.

A su vez, para consolidar esa fe, el PCV ha impulsado la reforma de la organización, la formación del contingente de funcionarios estratégicos y la ejemplaridad de los dirigentes, con resoluciones y estipulaciones nuevas y mediante acciones concretas. También promueve la verificación de las filas partidistas y la aplicación de medidas contra la corrupción y castigos a los militantes infractores. El profesor adjunto y doctor Nguyen Minh Tuan, jefe del Instituto de Construcción del Partido de la Academia Nacional de Política Ho Chi Minh, afirmó: “En este duodécimo mandato sobresale la lucha contra la corrupción, cuando más de dos mil militantes han sido sancionados por corrupción. Evidentemente, es el resultado de los grandes empeños del Partido a los que todo el pueblo muestra su apoyo”.

¿Por qué el PCV se preocupa tanto por combatir la burocracia, la corrupción y el individualismo en el actual contexto? Escuchemos explicar al profesor Hoang Chi Bao, experto de alto nivel y miembro del Consejo Teórico Central: “El presidente Ho Chi Minh nos aconsejó hacer más que hablar. Debemos actuar y mantener la confianza del pueblo mediante nuestros propios sacrificios y nuestro propio ejemplo. Ho Chi Minh siempre es el máximo ejemplo. Nos educó sobre como enfrentar valientemente el individualismo y las tentaciones, así como sobre la entrega al pueblo. Si seguimos sus enseñanzas, el Partido siempre estará en el corazón de cada vietnamita y será su orgullo”.

Los 90 años transcurridos son suficientes para comprobar la confianza del pueblo vietnamita en el liderazgo del PCV. Al echar una mirada retrospectiva, la organización es más consciente de su responsabilidad y de la importancia de reforzar su capacidad directiva en la nueva coyuntura, a fin de merecer ser el Partido gobernante, así como la confianza y las expectativas de la población.