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En agosto de 1945, el pueblo vietnamita realizó con éxito las Sublevaciones Generales, derrotando a los colonialistas franceses y aboliendo el régimen feudal. El histórico acontecimiento abrió una nueva era para el destino nacional. Ese fue el fruto de una prolongada y ardua lucha liderada por el Partido Comunista de Vietnam y el presidente Ho Chi Minh. No solo revistió un gran significado para esta nación indochina, sino que además dio grandes aportes a los movimientos revolucionarios, nacionalistas y democráticos en el resto del mundo.
El éxito del desarrollo de Vietnam: fruto del trabajo de su pueblo bajo el liderazgo del Partido Comunista
Después de las últimas resistencias contra las invasiones extranjeras y más de 30 años de la aplicación del Doi Moi (Renovación), Vietnam ha alcanzado logros importantes y de significado histórico en todos los aspectos político, económico, cultural, social, de seguridad, defensa, relaciones exteriores, consolidación partidista y construcción del Estado de Derecho socialista, entre otros. El sistema político y el bloque de unidad nacional han sido consolidados y fortalecidos. La vida del pueblo va mejorando y el ambiente democrático en la sociedad se promueve cada día más, mientras en el ámbito cultural y social también se han registrado progresos notables. Hasta la fecha, Vietnam ha establecido relaciones diplomáticas con más de 180 países en todos los continentes y ha participado en casi todas las organizaciones regionales e internacionales. Se le reconoce como un miembro responsable de la comunidad mundial con una posición y un prestigio cada vez más elevados. Todos estos avances evidencian los valores de la Revolución de Agosto y son las pruebas más convincentes para rechazar cualquier argumento tergiversador o negativa del papel dirigente del Partido Comunista de Vietnam en el desarrollo del país indochino.
Los vietnamitas comprenden más que nadie el valor y el significado de la Revolución de Agosto para el destino de su país. Aquel acontecimiento se cristalizó de las fuerzas de la nación, la época y la unidad nacional. Fue la muestra más contundente del nacionalismo, el amor a la patria y el consenso de la ciudadanía bajo el liderazgo sabio del Partido Comunista de Vietnam y el presidente Ho Chi Minh. El pueblo también es consciente del papel insustituible de esta organización para conducir al país al desarrollo y a la integración global. Objetar los valores de la Revolución de Agosto y los éxitos de esta nación es negar los sacrificios y los empeños de generaciones de vietnamitas por construir y defender su patria, así como el papel dirigente insustituible del Partido Comunista en el camino revolucionario de Vietnam.
Permanecen invariables el patriotismo y el bloque de unidad nacional
Para los ciudadanos que de verdad aman a su país, los llamamientos a las manifestaciones antigubernamentales en ocasión del Día de la Independencia no traerán nada bueno para Vietnam y la realidad lo demuestra. Son los engaños e incitaciones que solo frenan el desarrollo de la nación y manchan la imagen de un país hospitalario y seguro en los ojos de los inversionistas y turistas internacionales. Pero por más maliciosas y astutas que sean las fuerzas que intentan llamar a una “demostración general” en Vietnam en esta ocasión sagrada para toda la nación, lo que recibirán será el fracaso, especialmente ante el gran bloque de unidad nacional y la toma de experiencias oportuna después de los actos desestabilizadores en la provincia de Binh Thuan y algunas otras hace unos meses.
La administración y todo el pueblo vietnamita en general, siempre toman iniciativas para detectar y tratar con severidad los complots de las fuerzas malignas que pretenden convertir las redes sociales en un medio para incitar a las manifestaciones contra el gobierno. Los autores de esas maniobras también serán castigados para mantener la vida estable de la población en la Fiesta Nacional, comprometida a unirse para defender los frutos de la Revolución de Agosto y renovación del país.