“Las dificultades y los desafíos superarán a las ventajas” es la postura común expresada por varios expertos y analistas internacionales sobre la situación mundial en 2023, la cual pronostica que el panorama en este nuevo año continuará siendo afectado por la mayoría de los factores principales que dominaron el mundo en 2022.
En 2023 el mundo continuará siendo afectado por la mayoría de los factores principales que dominaron el mundo en 2022, segun pronósticos. (Foto: Reuters)
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Factores principales
Uno de los focos de atención internacional en 2023 es la evolución del conflicto Rusia-Ucrania. Iniciado el 24 de febrero de 2022, este enfrentamiento ha impactado de forma profunda en los ámbitos de la vida social de numerosos países y comunidades de todo el planeta. En particular, la cadena de suministro mundial de bienes esenciales se vio gravemente afectada, lo que provocó escaladas a nivel récord de los precios de la energía y los alimentos, la tasa de inflación, al tiempo que empujó a muchas economías al borde de una recesión.
El estallido del conflicto ruso-ucraniano también generó un profundo cambio en la estructura de las relaciones internacionales. Estados Unidos, Europa y sus aliados han impuesto medidas restrictivas y sanciones sin precedentes contra Rusia, llevando los vínculos entre el país euroasiático y Occidente a su confrontación más intensa desde la Segunda Guerra Mundial.
De hecho, junto con una mayor injerencia de Occidente en el conflicto en Ucrania, cabe decir que el curso de esta crisis será el factor principal para determinar el estado de las relaciones entre Rusia y Occidente en 2023.
Por otro lado, hasta que las partes en pugna aún no negocien un acuerdo de paz, el conflicto ucraniano seguirá afectando la oferta mundial de bienes, especialmente energía, alimentos y fertilizantes, entre otros, limitando así la capacidad de control de la inflación y los esfuerzos de recuperación económica de los países.
Además del conflicto entre Rusia y Ucrania, la situación mundial en 2023 también puede verse afectada y regida por una serie de otros latentes riesgos, especialmente el peligro de conflicto armado y la inseguridad en toda Europa (espacio postsoviético), Medio Oriente (Siria, Iraq, Palestina-Israel...), África (Libia, Yemen...) y Asia (Asia Occidental, Asia Oriental).
Según los expertos, la competencia geoestratégica entre las principales potencias, especialmente en términos de economía, comercio y tecnología, seguirá siendo feroz en 2023. Aunque consideran que todavía está bajo control y es difícil para tornarse en una crisis, esta competencia puede tener ciertos efectos en los flujos de inversión, el comercio mundial e incluso en la estructura de las relaciones internacionales.
Otro factor destacable constituye el riesgo de un rebrote del covid-19 con la aparición de nuevas variantes del coronavirus. Sin embargo, con la alta cobertura vacunal a nivel mundial junto con la buena recuperación de los sistemas de salud de los países, se espera que su impacto no sea tan grande como el anterior.
En particular, se pronostica que en 2023 los problemas del cambio climático global, especialmente los fenómenos extremos como inundaciones, sequías, olas de calor inusual, continuarán manifestándose de manera impredecible, causando grandes pérdidas de vidas y propiedades en muchos lugares, e impactando en los medios de subsistencia de millones de habitantes.
Solución y esperanza
Con esta perspectiva desafiante, se recomienda a los países, especialmente a las naciones y comunidades vulnerables, aumentar sus recursos y desplegar soluciones apropiadas para limitar y minimizar los impactos derivados de las fluctuaciones sociopolíticas en la región y en todo el mundo. El primer objetivo prioritario de las referidas soluciones es la recuperación económica y el impulso del crecimiento; además de asegurar el abastecimiento energético para las actividades productivas y la estabilidad social.
Al mismo tiempo, los países también deben acometer los preparativos necesarios para evitar nuevas olas epidémicas de covid-19 y otras nuevas epidemias en el futuro, así como redoblar esfuerzos para reducir los impactos y daños de los fenómenos climáticos extremos y los desastres naturales; persistir en la estrategia de desarrollo sostenible y la adaptación al cambio climático.
Ante estos desafíos, se requiere una mayor vinculación regional y global y una fuerte cooperación promovida por los países subdesarrollados y en vías de desarrollo. Mientras, las organizaciones e instituciones multilaterales, especialmente las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad, deben promover aún más su papel y su contribución al desarrollo socioeconómico y la gestión de crisis a escala mundial, con énfasis en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto entre Rusia y Ucrania.
En los primeros días del nuevo año, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, el Papa Francisco y muchos líderes mundiales han despertado la confianza en un mejor futuro para el planeta al emitir continuamente mensajes que expresan la determinación para restaurar la paz y promover la prosperidad común para todos los países del mundo en este 2023.