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El “poder blando”, un concepto desarrollado por el profesor estadounidense Joseph Nye, de la Universidad de Harvard, se presentó por primera vez en un libro publicado en 1990. Según este académico, ese poder es la habilidad de un Estado de persuadir a otros países evitando el uso de la fuerza o la coerción, valiéndose de medios más sutiles. En contraste con el “poder duro”, que se basa en el poderío militar y la fuerza económica, para un país, el poder blando se crea sobre la base de tres factores consistentes en su propia cultura, su modelo social y sus valores políticos.
La consultora Brand Finance, con sede en Londres (Reino Unido), estimó que 2020 fue un año muy particular, ya que colocó a los países del mundo en medio de desafíos derivados de la pandemia de covid-19. En este contexto, para cada Estado el “poder blando” resulta más importante que nunca. Brand Finance realizó una amplia encuesta a 75 mil personas de más de 100 países para completar el Índice de Poder Blando de 105 naciones. Esta clasificación se apoyó en cinco criterios, a saber: la popularidad de la marca nacional, la influencia nacional, la reputación nacional, el desempeño en los siete pilares del “poder blando” (negocios, gobernanza, relaciones internacionales, cultura y patrimonio, comunicación y prensa, educación y ciencia, personas y valores), y por último, la resiliencia nacional al covid-19.
En este sentido, según Brand Finance, el elevado prestigio de Vietnam en 2020 se debió a la reacción rápida del Gobierno a la contingencia epidemiológica, aparte de a su apoyo a las empresas en la construcción y promoción de sus marcas comerciales dentro y fuera de la frontera nacional, así como al dinamismo y los esfuerzos del empresariado. El país indochino ha impresionado al mundo por sus logros en el combate contra el nuevo coronavirus al registrar una cifra sorprendentemente baja de casos de infección y decesos, opinó. En el ranking mundial del poder blando 2021, Vietnam es el único país de la Asean con ascenso, al subir tres niveles en relación con el año anterior, desde el lugar 50 al 47. En el continente asiático, la influencia de Vietnam se ubica en la novena posición. Con 33,8 puntos sobre la categoría de 100, supera a numerosas naciones del Sudeste Asiático en este respecto, como Filipinas, Camboya y Myanmar, y se sitúa por detrás de Singapur, Tailandia, Malasia e Indonesia.
De acuerdo con Samir Dixit, director ejecutivo de Brand Finance en Asia y el Pacífico, Vietnam parece haber manejado bastante bien los asuntos estratégicos, especialmente en lo que concierne a la marca nacional. Citó como ejemplo la aprobación por el primer ministro Nguyen Xuan Phuc del Programa Nacional de Marcas de Vietnam, periodo 2020-2030, cuyo objetivo es aumentar el valor y el rango de las marcas del país e impulsar el desarrollo de mil productos para convertirlos en marcas nacionales. Dixit opinó que las marcas domésticas han sido gestionadas y desarrolladas con especiales empeños en la estrategia “Valores vietnamitas”. Por otro lado, Vietnam ha establecido relaciones diplomáticas con 187 de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas y ha finalizado el proceso de negociación y firma de varios tratados de libre comercio de nueva generación como el firmado con la Unión Europea y el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP). Estos hechos hacen de Vietnam un elemento importante en todos los vínculos económicos regionales e intrarregionales, al tiempo que promueven sus exportaciones e importaciones. Los “valores vietnamitas” y los logros económicos importantes han contribuido a elevar el prestigio y el poder blando de este país, agregó Dixit.
Este es el resultado de heredar y promover lo que tiene como la heroica historia, la cultura milenaria y la política externa de paz, así como del aprovechamiento de las nuevas oportunidades. En 2020, Vietnam asumió con éxito la presidencia de la Asean y el primer año de su mandato como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, a pesar de muchas dificultades. Mientras, en medio del covid-19, Vietnam sigue siendo catalogado como un destino seguro, lo que le facilita la captación de inversiones y la organización de eventos. Estas son algunas de las muestras del poder blando de Vietnam. Es más, ha logrado convertir los desafíos de la crisis sanitaria global en oportunidades para promover aún más la imagen y la marca nacionales.
En este sentido, para Vietnam mejorar el poder blando significa elevar el nivel de integración. Paralelamente, seguirá completando su poder duro con el fin de crear una fuerza general, llamada de otro modo “poder inteligente”, a fin de impulsar la integración global y sacar provecho de la nueva posición del país en la arena internacional.