Inmediatamente después de que Rusia reconociera el 22 de febrero a las dos repúblicas autoproclamadas en la región de Donbass en el este de Ucrania y lanzara una operación militar especial en la nación vecina, los países occidentales anunciaron sanciones contra Moscú. Recientemente, aplicó nuevas medidas de castigo ante las acusaciones al ejército ruso relativas al supuesto asesinato masivo de civiles en la ciudad de Bucha, al noroeste de la capital ucraniana, Kiev, a principios de este mes, aunque Moscú las ha negado repetida y categóricamente.

El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg. (Foto: AFP/VNA)

Occidente intensifica sanciones y presiones a Rusia

A pesar de que la administración del presidente Vladimir Putin declaró que el incidente en Bucha es un montaje que se llevó a cabo mediante una campaña mediática hostil encaminada a manchar la imagen del ejército ruso y a la desinformación contra Moscú, en la primera semana de abril, una serie de países europeos ordenaron la expulsión de cerca de 150 diplomáticos rusos de sus territorios. En especial, el 5 de abril, Italia, España y Dinamarca expulsaron a 70 diplomáticos rusos, tras lo que hizo Alemania un día antes con 35 diplomáticos de Rusia y lo mismo realizado por Francia, con 40 representantes de la nación euroasiática.

En realidad, Occidente empezó a expulsar a diplomáticos rusos antes las acusaciones vinculadas al incidente en Bucha. En concreto, el 29 de marzo, Bélgica, los Países Bajos e Irlanda expulsaron a 40 empleados del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso. Anteriormente, el 3 de marzo, Polonia expulsó a 40 diplomáticos rusos acusados de espionaje y congeló las cuentas de la Embajada rusa, una medida que Moscú acusó de violar la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas entre países.

La expulsión de representantes diplomáticos rusos de los países europeos es, de hecho, una adición a las sanciones que Occidente ha implementado contra Moscú desde el 24 de febrero cuando Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania. Se estima que a finales de marzo, Occidente había impuesto un total de más de 5.000 sanciones contra la administración del presidente Vladimir Putin, convirtiéndolo en el país con más sanciones del mundo hasta este momento.

Mientras, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, declaró el miércoles que la coalición militar aplaudiría los dos países neutrales, Finlandia y Suecia, si deciden solicitar unirse a esta organización. Se considera que esta declaración haría agravar el conflicto con Rusia debido a que Finlandia tiene una frontera compartida de más de 1.300 kilómetros con Rusia y se ha convertido en un país neutral desde 1948 a través de un tratado de amistad firmado con la otrora Unión Soviética.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. (Foto: TASS)

Acción de Rusia y esfuerzos de países occidentales por aliviar las tensiones

Ante la constante presión de Occidente, el Gobierno ruso sigue mostrando una postura dura y unificada. En declaraciones al canal de televisión francés LCI el 6 de abril, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, advirtió que Moscú no descarta la posibilidad de romper las relaciones diplomáticas si los países occidentales continúan expulsando a los diplomáticos rusos. Calificó las acciones occidentales contra Rusia de hostiles, y señaló que las mismas "amenazan los vínculos diplomáticos". Sin embargo, reafirmó la importancia de mantener los lazos diplomáticos en tal contexto.

Según analistas internacionales, la ruptura de las relaciones diplomáticas ruso-occidentales es un acontecimiento peligroso, puesto que sus consecuencias resultan muy complicadas e impredecibles, y no aseguran la estabilidad mundial. Como resultado, varios estados miembros de la OTAN, en particular Turquía y Hungría, están desempeñando activamente el papel de puente para manejar la crisis ucraniana, ayudando a reducir las tensiones entre Occidente y Rusia. En consecuencia, Turquía medió en las negociaciones entre Rusia y Ucrania en Estambul el 29 de marzo y actualmente continúa esforzándose por continuar en este trabajo. Mientras tanto, como miembro tanto de la Unión Europea (UE) como de la OTAN, Hungría propuso realizar una reunión a cuatro bandas entre Alemania, Francia, Rusia y Ucrania en Budapest para encontrar una solución al conflicto.

Además, muchos otros países europeos continúan manteniendo el diálogo y la cooperación económica con Rusia, especialmente en el campo de la energía, a pesar de las presiones. Cabe destacar que la imposición de sanciones o el aumento de las tensiones no pueden sobrepasar la necesidad de cooperación internacional, tendencia inevitable en el contexto actual.