Libia ha experimentado crecientes divisiones políticas y violencia desde el golpe de Estado de 2011 realizado por Occidente para derrocar al líder Muammar Gadhafi. Lo que ha sucedido en los últimos 9 años muestra que los tanques y cañones no pueden ser la solución a la crisis libia.
Tensiones causadas por fuerzas externas
Turquía se compromete a luchar codo a codo con el Gobierno de Solidaridad Nacional de Libia (GNA) en Trípoli (Foto: Anadolu) |
En esa nación africana existen dos gobiernos en paralelo con el apoyo de sus propias fuerzas armadas. El Gobierno de Solidaridad Nacional de Libia (GNA) está respaldado por la ONU y los grupos armados turcos, que operan en la capital, Trípoli. Mientras, el autoproclamado Ejército Nacional Libio (LNA) apoya al gobierno en el este, el cual recibe también el respaldo de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Rusia y Egipto. La violencia ha aumentado desde abril de 2019 cuando el general Haftar comenzó una campaña militar para recuperar la capital controlada por el GNA. En julio de 2020, las tensiones se agravaron al nivel jamás visto con un alto riesgo de confrontación militar entre Turquía y Egipto en Libia.
En la actualidad, el GNA, con el apoyo de Ankara, está expandiendo su control en la mayoría de las áreas del noroeste de Libia ocupadas anteriormente por el LNA, y repeliendo los ataques de la oposición para reconquistar Trípoli. También anunció que atacaría y recuperaría el control de Sirte (puerta de entrada a los campos petroleros del este de Libia) y la base aérea de Jufra. Con anterioridad, Turquía envió miles de tropas desde Siria a Libia para apoyar al GNA. Esta acción se consideró como "la última gota que derramó el vaso", y preocupó profundamente a los funcionarios de El Cairo. El presidente egipcio, Abdel-Fattah El-Sisi, advirtió que su nación tiene el derecho legal de intervenir en la situación de Libia, y enfatizó que Sirte y Jufra son la "línea roja" para la seguridad nacional de Egipto.
Como consecuencia, el 20 de julio, el Parlamento egipcio autorizó por unanimidad al presidente del país a movilizar a las fuerzas armadas para llevar a cabo misiones de combate fuera de la frontera en aras de proteger la seguridad nacional. Según El-Sisi, la intervención egipcia en el territorio libio también tiene como finalidad defender la seguridad de Libia y toda la región, especialmente la zona fronteriza occidental del país, además de recuperar la estabilidad de la nación vecina.
Entretanto, el Consejo de Seguridad Nacional de Turquía (MGK) reafirmó su determinación de apoyar al GNA en Trípoli, comprometiéndose a "estar al lado del pueblo libio y contra cualquier acto de tiranía”. Turquía “no dudará en dar los pasos necesarios”, añadió. La declaración de Ankara pareció dejar abierta la posibilidad de confrontación directa con Egipto.
Llaman a aliviar las tensiones
Fuerzas progobierno respaldadas por la ONU en la zona Qasr bin Ghashir, al sur de Trípoli el 4 de junio de 2020 (Foto: Xinhua/VNA) |
El conflicto en Libia claramente deviene más serio con la participación de fuerzas externas. En este contexto, representantes de las Naciones Unidas contactaron con las partes involucradas persistiendo en el mensaje coherente de la mayor organización mundial enviado a todas las facciones en Libia, tanto dentro como fuera del país, de que no es posible una solución militar para la crisis libia y no hay otra opción que la vía política.
Mientras tanto, por primera vez, tres países europeos: Alemania, Francia e Italia, amenazaron con castigar a las partes involucradas en Libia si continuaban las infracciones del embargo por vías marítima, terrestre y aérea. Líderes de dichos países del Viejo Continente pidieron a las facciones implicadas en Libia y sus fuerzas respaldadas por extranjeros dejar de luchar inmediatamente y poner fin a la actual escalada militar.
Por otra parte, Rusia instó a un "alto el fuego inmediato y suspender todas las actividades de combate en Libia" para comenzar un diálogo político nacional en aras de poner coto a la crisis.
Han pasado 9 años, pero la situación libia sigue siendo complicada y sin escapatoria. La tensión está aumentando en los días de julio. Aunque las partes involucradas insisten en una solución pacífica para resolver el conflicto y la gente espera con ansiedad un futuro menos oscuro, las facciones políticas y las fuerzas extranjeras que las respaldan están ocupadas con perseguir sus propios intereses.