En mayo de 1945, en el camino desde Pac Bo, de la provincia de Cao Bang, hasta Tan Trao, de la provincia de Tuyen Quang, el presidente Ho Chi Minh y la delegación de alto nivel que le acompañaba se detuvieron en la aldea de Na Kien, comuna de Nghia Ta, distrito de Cho Don, provincia de Bac Kan. Decidieron quedarse en la casa de la familia de Ma Van Vang.
Ma Van Vang, 90 años de edad, residente en la comuna de Nghia Ta, distrito de Cho Don, provincia de Bac Kan (Foto: VOV) |
En ese momento, el niño tenía sólo 13 años, pero tanto él como la gente de su pueblo hicieron todo lo posible para proteger al líder revolucionario nacional y los funcionarios de la delegación.
Hoy, Ma Van Vang recordó: “El presidente Ho Chi Minh se quedó por 3 días y luego se marchó. Cuando se fue, las mujeres locales que estaban cocinando para servir a las guerrillas del distrito se pararon en una larga fila para despedirle. El gran líder estrechó la mano de todas y también la mía. Puso énfasis en el principio ‘Unidad, unidad, gran unidad. Éxito, éxito, gran éxito’. Todos nosotros nos sentimos muy confiados en su liderazgo, con el cual el país recuperaría la independencia y la libertad y el pueblo vietnamita ya no tendría que ser esclavo”.
Unos días después, el presidente Ho Chi Minh y otros líderes del Partido Comunista llegaron a la aldea de Kim Long (ahora se llama Tan Lap), de la provincia de Tuyen Quang, para liderar el levantamiento. Allí, el respetable líder vivió durante un corto tiempo en una casa sobre pilotes al lado de la vivienda de la familia de Hoang Ngoc, que entonces tenía 9 años.
Este chico, que ahora es un hombre mayor, contó que fue el presidente Ho Chi Minh quien sugirió cambiar el nombre de su pueblo a Tan Lap (nuevo asentamiento), con la esperanza de que su gente tuviera una vida más feliz y próspera.
La casa comunal de Tan Trao, donde el presidente Ho Chi Minh convocó el Congreso Nacional de representantes de todas las formaciones políticas y organizaciones de masas, el 16 de agosto de 1945. (Foto: VOV) |
También dijo que nunca ha olvidado el 16 de agosto de 1945, cuando el tío Ho convocó el Congreso Nacional de representantes de todas las formaciones políticas y organizaciones de masas en la casa comunal de Tan Trao. Ese día, representantes de la población local, entre ellos el joven Hoang Ngoc, estuvieron presentes para apoyar la lucha por la liberación nacional. Los lugareños presenciaron la reunión y donaron arroz, vacas y gallinas.
Él compartió: “Esa tarde, bajo la sombra del baniano de nuestro pueblo, los combatientes se alinearon y cantaron el himno nacional. Después, el general Vo Nguyen Giap leyó la Orden Militar número uno, y todos levantaron la mano para jurar. Luego, el comandante en jefe disparó tres tiros y entonces, los soldados marcharon hacia la provincia de Thai Nguyen y Hanói para liberarlas, bajo el testimonio de los lugareños y los delegados a la reunión”.
Nguyen Chuc, residente en la comuna de Le Lai, distrito de Thach An, provincia de Cao Bang. (Foto: VOV) |
En medio de la ola revolucionaria en todo el país y con un espíritu de lucha en alto, los habitantes de Viet Bac se levantaron para tomar el poder. En sólo tres días, del 20 al 23 de agosto de 1945, las provincias de Thai Nguyen, Tuyen Quang, Cao Bang y Bac Kan consiguieron la victoria. Nguyen Chuc, residente de la comuna de Le Lai, distrito de Thach An, provincia de Cao Bang, rememoró: “Cuando ocurrió la Revolución de Agosto, yo todavía era un niño. Sólo tenía 11 años, pero fui testigo de ese momento histórico. Con patriotismo y espíritu revolucionario, la gente de Thach An participó con entusiasmo en el levantamiento general. Tanto los jóvenes como los ancianos salieron a las calles por la recuperación del poder. Siempre estaremos orgullosos de la tradición revolucionaria de nuestra región, la que el presidente Ho Chi Minh eligió para liderar la guerra de resistencia”.
Durante la lucha por la independencia y la libertad nacionales, las minorías étnicas de Viet Bac se mantuvieron siempre leales al Partido Comunista y le acompañaron en cada paso de la causa revolucionaria para vencer a los colonialistas y los vestigios feudales. Después de que se restaurara la paz en el país, estos compatriotas se unieron para construir una Patria cada vez más próspera, haciendo valer los sacrificios de los soldados y los pobladores por la integridad territorial y la unificación de hoy.