Futuro del TPP sin Estados Unidos

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(VOVworld) – Este 23 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró la retirada oficial de su país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). Con esta decisión, el multimillonario cumplió su promesa electoral, llevando este acuerdo comercial de nueva generación al borde del fracaso.

(VOVworld) – Este 23 de enero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró la retirada oficial de su país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). Con esta decisión, el multimillonario cumplió su promesa electoral, llevando este acuerdo comercial de nueva generación al borde del fracaso.

El TPP ha sido debatido en los últimos 10 años y sus contenidos fueron aprobados en 2016 por la mayoría de los 12 países involucrados, al considerarlos como brújula de las actividades comerciales globales. Sin embargo, para su vigencia, se necesita la ratificación parlamentaria de al menos 6 naciones integrantes, las cuales aporten como mínimo el 85% del Producto Interno Bruto del total del bloque. Estados Unidos, por su parte, representa más del 60% de dicho indicador.

Razón del desinterés de Estados Unidos

En el TPP participan Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam. Washington y las demás partes involucradas alcanzaron un consenso sobre el tema en octubre de 2015. Los países tienen dos años, desde la firma del acuerdo, en febrero pasado, para ratificarlo.

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Foto de ilustración


Para Estados Unidos, el futuro en ese acuerdo estaba previsto al no recibir el apoyo del entonces candidato republicano, Donald Trump, ni de su rival demócrata, Hillary Clinton, en los momentos más críticos de las elecciones presidenciales porque la población norteamericana comprende cada vez más los efectos de la globalización, una de las causas de la salida británica de la Unión Europea. Después de la crisis financiera mundial en 2008, el ritmo de recuperación económica de Estados Unidos se mantiene lento, junto a las brechas en ingresos, la desigualdad social y la reducción de la producción. De esta manera, numerosos ciudadanos norteamericanos atribuyeron ese flagelo a los problemas internos en particular y a la globalización en general.

En ese contexto, el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump que había apoyado el libre comercio y la firma del Tratado de este tipo para América del Norte, advirtió sobre la imposición de aranceles del 35 al 45 % a los productos mexicanos y chinos. Además, rechazó categóricamente el TPP, calificándolo de “terrible”. En ese sentido, no es de extrañar que su primera decisión tras asumir el cargo haya sido abandonar ese acuerdo.

Futuro de tratado de libre comercio de nueva generación

La declaración oficial de la retirada del citado acuerdo por parte del mandatario norteamericano se ha convertido en un tema político en la comunidad internacional. Japón informó que aprovechará todas las oportunidades para persuadir a Trump sobre el significado del TPP mientras Nueva Zelanda reveló sus planes para un plan B de este tratado que cuente también con la participación de China. Por su parte, Alemania evaluó que sus empresas ahora podrán aprovechar las oportunidades de negocios en Asia y América del Sur gracias al proteccionismo estadounidense, luego de la salida de Washington del mencionado documento. En tanto, se reportan muestras de un rechazo contundente sobre el tema en Estados Unidos. El 23 de este mes, el presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado, John McCain, calificó dicha decisión de “error grave”.

El TPP tiene importancia no sólo económica sino también geopolítica. Incluye los principios transfronterizos relativos a la propiedad intelectual, la solución de las disputas internacionales y el papel de las empresas públicas. Los negociadores buscan un consenso internacional para controlar los problemas en el sector que puedan surgir en el mundo.

En el aspecto económico, el documento, aunque se relega al olvido, no provoca pérdidas relevantes a la economía mundial. Incluso su fracaso constituye una premisa para encontrar nuevas medidas más eficientes al respecto. Sin embargo, expertos se preocupan por la laguna derivada del colapso del TPP en Asia, calificado de “legado” por el predecesor del actual presidente norteamericano” durante los últimos 8 años para hacerse sentir en Asia-Pacífico. Sin embargo, China está dispuesta a llenar ese vacío para convertirse en líder de la región en los tratados comerciales. En la actualidad, aunque no forma parte del TPP, Beijing ha promovido otro de asociación económica integral entre los 10 países miembros de la comunidad del Sudeste Asiático y otros socios, entre ellos, Australia, India, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda. Junto al cumplimiento de la negociación del mencionado acuerdo, China apoyará la participación de las naciones latinoamericanas en la iniciativa “Un cinturón, una ruta”, promovida por el gigante asiático.

Es evidente que la retirada estadounidense del TPP no significa el fin de este ambicioso acuerdo. De momento, la mayoría de sus miembros consideran el despliegue del mismo sin la participación de Washington. Sin embargo, la acción de Estados Unidos no solo ejercerá influencias negativas a largo plazo en su economía, sino que también va en contra de la tendencia antiproteccionista que se registra a nivel global.

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