Tuberías en las instalaciones del Gasoducto Nord Stream 1 en Lubmin, Alemania. (Foto: AFP/VNA) |
Según el pacto recién logrado, los países integrantes reducirán de forma voluntaria un 15 % del consumo promedio de gas del periodo 2017-2021, durante el lapso de agosto de 2022 a marzo de 2023. Bruselas también quiere imponer esta restricción de manera obligatoria en caso de alerta de la seguridad de suministro.
Un plan que resucitan opiniones encontradas
Expertos vaticinaron que el próximo invierno será muy duro para los europeos. La propuesta de disminuir el 15% del consumo de gas es para ayudar a los países de la UE a superar la escasez de gas procedente de Rusia, el suministrador principal del bloque antes del conflicto armado entre el país euroasiático y Ucrania.
Según cálculos de la Comisión Europea (CE), si los 27 países realizan los recortes del 15 % del consumo de gas, pueden ahorrar unos 45 mil millones de metros cúbicos. Esta cifra puede ser menor si los estados miembros solicitan una exención o participan en menor medida. Las autoridades de la UE confían en que incluso cuando todas las naciones integrantes del grupo recurran a la exención, este plan aún podría ayudarlas a superar un invierno con un frío medio.
Al principio, se planteaba aplicar la medida durante dos años. No obstante, los gobiernos de los 27 países miembros pidieron reducir el lapso a la mitad. Después del invierno de este año, volverán a debatir un plan para la temporada invernal de 2023 a 2024.
El ministro de Energía de Portugal, Joao Galamba. (Foto: EPA) |
En vísperas de la reunión del 26 de julio, la UE reconoció que al menos 12 de los 27 países del bloque habían manifestado su preocupación por la propuesta de recortes. El pasado 21 del corriente mes, el ministro de Energía portugués, Joao Galamba, destacó que Lisboa rechazaba la propuesta de Bruselas, alegando que esta no tiene en cuenta la diferencia entre los países. A su vez, su homólogo griego, Kostas Skrekas, declaró que Atenas se opone al recorte obligatorio del consumo de gas, así como al límite del uso de este combustible impuesto por la UE. Mientras tanto, la titular de Energía de Polonia, Anna Moskwa, indicó que su país no podrá aceptar lo propuesto por Bruselas, ya que según opinó ella, “la seguridad energética es el privilegio de cada nación”. Aunque al final votó por el acuerdo, la ministra polaca afirmó que la industria de su país no podrá verse obligada a recortar el consumo de combustible para ayudar a otros miembros. Por otra parte, Hungría, el único integrante del bloque que no aprobó dicho pacto, declaró que este documento “no es justo, es inútil, inaplicable y perjudicial”.
Con antelación, los países miembros de la UE refutaron tajantemente la propuesta de la CE de autorizar a Bruselas a imponer recortes del consumo energético en caso de emergencia. Desearon que los mismos 27 países miembros del grupo, y no el órgano ejecutivo de la UE, decidieran la fecha y la forma de implementar los objetivos vinculantes.
La necesidad de llenar depósitos energéticos
Algunas opiniones han mostrado la inquietud de que el recorte del 15% del consumo de gas no es suficiente para enfrentarse a la escasez de combustiblede este invierno. Las reservas de gas actuales son diferentes entre las naciones, y hasta el momento, toda la UE sólo ha disminuido un 5 % del consumo de combustible, pese a que el precio del gas se ha disparado en los últimos meses y los suministros rusos son cada vez menores.
En general, la UE tiene el plan de llenar el 80 % de sus depósitos el 1 de noviembre próximo para poder garantizar las demandas para el invierno. Particularmente, Alemania, la primera economía del bloque, planea llenar el 95 % de sus reservas en ese mismo mes.
Los datos de Infraestructura de Gas corroboran que, actualmente las reservas de gas de Europa se mantienen en el 66 %. En cuanto a Alemania, hasta el 23 de julio, los depósitos de este país alcanzan un llenado de 65,91 %.
Según Kateryna Filippenko, analista senior de la consultora Wood Mackenzie, es probable que tras este invierno la UE quedará con solo el 20 % del gas almacenado para fines de marzo de 2023, un nivel muy bajo.
Analistas estimaron que el sistema energético de la UE atraviesa una crisis. La amenaza es real. Por lo tanto, los países europeos deben trabajar juntos para superar el invierno si no quieren grandes pérdidas. Pero, incluso si los países del bloque lo hacen, es probable que en el próximo invierno (2023-2024), el precio del combustible se mantenga en máximos niveles