(VOVworld) – Estados Unidos vive un momento histórico que podría escribir una nueva página de desarrollo porque después de las elecciones de este 8 de noviembre, el país tendrá al inquilino número 45 de la Casa Blanca. Muchos se preguntan si la nación norteamericana dará la bienvenida a la primera presidenta en su historia, Hillary Clinton, o a un presidente multimillonario, Donald Trump. La respuesta se anunciará después de los comicios preliminares.

Las elecciones presidenciales de 2016 se califican de las “más reñidas” en la historia estadounidense. Por primera vez el país cuenta con dos candidatos con puntos de vista casi totalmente diferentes tanto en cuestiones de política interna como externa. Además, ambos han enfrentado acusaciones relacionadas con escándalos en los que estuvieron involucrados.

Hillary Clinton, Donald Trump, gamas contrarias

Donald Trump pronuncia su discurso durante su campaña electoral en Carolina del Norte

Se puede observar que según se acercó la fecha electoral, más se redujo la diferencia en materia del porcentaje de sufragios entre los dos candidatos. Esto quiere decir que ninguno logró ventajas decisivas.

La representante demócrata, Hillary Clinton, insiste en la política aplicada por el presidente Barack Obama durante la campaña electoral, tales como el fortalecimiento del control de armas y del programa de atención médica a la población conocido como Obamacare, así como la protección de la seguridad de las comunidades musulmanas en el territorio, llamando a reformas jurídicas a favor de los inmigrantes, incluida la entrega del derecho civil a los habitantes ilegales. En el aspecto diplomático, como exsecretaria de Estado, Clinton prioriza el impulso de las relaciones con los aliados históricos y establecer lazos con nuevos socios. Según la candidata demócrata, la ampliación y profundización de los compromisos internacionales de Washington constituyen la mejor solución para que su país se haga sentir en el mundo.

En tanto, el multimillonario Donald Trump sorprendió con declaraciones en el sentido de que aumentará los impuestos a los ricos a fin de garantizar el bienestar social, la inversión en la educación y la sanidad en beneficio de la población a largo plazo, además de urgir más aportes financieros de los aliados para defender la seguridad federal. En cuanto a la inmigración, Trump defiende el criterio de repatriar a los inmigrantes ilegales y la construcción de un muro de seguridad a lo largo de la frontera con México. Como multimillonario, el candidato republicano consideró el desarrollo económico como tarea prioritaria para recuperar el poder de Estados Unidos con políticas proteccionistas y contra el libre comercio, junto a los acuerdos de ese tipo. Asimismo, declaró la intención de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y retirarse del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP), la derogación del 70 por ciento de las regulaciones federales y el recorte de impuestos sobre sociedades a un 15 por ciento.

La diferencia relativa a las políticas de desarrollo promovidas por ambos candidatos intensificó la competencia electoral a tal punto que resulta difícil pronosticar quién será el ganador.

Esfuerzos para ganar votos electorales

Hillary Clinton saluda a sus seguidores en Michigan

Hasta la fecha más de 40 millones de electores han realizado la votación anticipada. Los últimos sondeos de intención de votos no mostraron ventajas considerables entre ambos candidatos. En ese sentido, serán foco de atención los comicios en los Estados como Florida, Maine, Nebraska, Nueva Hampshire, Carolina del Norte, Ohio y Utah, que suman un total de 94 votos electorales, pero se desconoce el resultado final. Se trata de las zonas con un mayor número de votantes, lo que podrá ejercer influencias importantes en las elecciones presidenciales. Según la última encuesta realizada por Reuters/Ipsos anunciada este 7 de noviembre, la posibilidad de triunfo de Hillary Clinton alcanza el 45 por ciento frente al 42 por ciento de su rival, Donald Trump. Mientras, en votos electorales, serían 303 para Clinton y 235 para Trump. Para lograr la victoria, el multimillonario republicano tiene que triunfar en los Estados de Florida, Michigan, Carolina del Norte, Ohio y Pensilvania donde la candidata demócrata le aventaja en 3 puntos porcentuales. Si el representante republicano pierde en 2 de los 3 Estados de Florida, Michigan y Pensilvania, la victoria será para Hillary Clinton. Por otra parte, Trump debe imponerse en Arizona, estado tradicional y consistentemente republicano donde no hay muchas diferencias entre los dos candidatos. Mientras, Carolina del Norte, uno de los primeros Estados que planearon publicar el resultado electoral el 8 del corriente mes, puede compartir base de datos importantes para augurar el resultado final. Dichos datos revelaron que el apoyo a Trump alcanza el 47 por ciento en comparación con el 46 por ciento de Clinton, una ventaja mínima. En tanto, en Florida, que posee 29 votos electorales, si la exsecretaria de Estado triunfa, necesitará además aventajar a su rival en los Estados de Ohio, Michigan y Pensilvania para convertirse en la primera presidenta de Estados Unidos.