La crisis comercial entre las dos mayores economías mundiales oscurece el panorama económico global, reduce las perspectivas de desarrollo y dificulta la globalización. Peor aún, afectaría sensiblemente el nivel de competitividad de muchos países debido a que el comercio mundial depende principalmente en transacciones e intercambios. Una guerra comercial podría expandirse a nivel global.
 El mercado bursátil de Asia experimentó una fuerte caída a causa de la crisis comercial entre Estados Unidos y China (Foto: Bloomberg)
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Impactos
Economías como las de China, la India, Indonesia y Myanmar se ven afectadas por la depreciación de sus monedas. En junio pasado, el valor de la rupia india ante el dólar cayó a un nivel sin precedentes, mientras el yuan chino experimentó una baja del 3,2%. Los inversores lo piensan dos veces antes de inyectar dinero en Asia ante la devaluación de su mercado monetario, originada por las crecientes tensiones en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
Pese a que el won de Corea del Sur se mantiene estable, este país no está a salvo de aquella situación porque Estados Unidos y China son sus mayores socios en el mundo. Según indicó el informe de la Asociación de Comercio Internacional surcoreana, el Producto Interno Bruto (PIB) de esa nación del noreste asiático podría reducirse el año venidero en 0,018%, equivalente a más de 236 millones de dólares, si Washington y Beijing se imponen mutuamente una tasa arancelaria del 25%, lo que les significaría pérdidas de 50 mil millones de dólares en cada caso.
Sin embargo, Taiwán (China) sería el territorio más afectado por ese fenómeno al sufrir una caída de 0,025% del PIB. Ese pronóstico se basa en la hipótesis de que las economías de Estados Unidos y China se contraigan 0,1% y 0,2%, respectivamente. Canadá, México e Irlanda también estarían a expensas de tan tenebroso escenario.
Medidas
Es indiscutible que la economía mundial encara los impactos negativos de la crisis comercial Estados Unidos-China. Empero, economistas estiman que la devaluación monetaria en los mercados asiáticos no empeoraría porque ya estos sortearon una situación similar en 2013, 2015 y 2016 y podrán tomar reacciones rápidas y oportunas. La banca indonesia cuadriplicó la tasa de interés durante tres meses y otro tanto hicieron las de la India y Filipinas. Asia se concentra en reservar divisas e impulsar el control del déficit presupuestario.
Por su parte, Corea del Sur pretende reducir su dependencia de China y Estados Unidos y conectarse más con la India y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. El Ministerio de Comercio de ese país sigue de cerca los eventuales sucesos de la guerra comercial entre las dos potencias mundiales para mantener las exportaciones hacia esos mercados y aumentarlas hacia otros nuevos.
Según lo programado, Estados Unidos y China dialogarán el 22 y el 23 del presente mes en busca de resolver sus diferendos comerciales. En ese sentido, el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, se reunirán en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, a celebrarse en noviembre próximo en Papúa Nueva Guinea y luego a fines de ese mes, volverán a encontrarse en Argentina durante la cumbre del Grupo de las 20 economías desarrolladas y emergentes.
La aplicación de impuestos en las exportaciones y la crisis comercial entre Washington y Beijing podrían reducir el PIB global del uno al tres por ciento. El impacto en ese mundo tan globalizado será inevitable. Por lo que un enfrentamiento flexible y activo del mercado internacional se perfila como una tarea indispensable.