Cumbre virtual Estados Unidos-Rusia: posibles impactos en las relaciones bilaterales

Bá Thi
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(VOVWORLD) - La cumbre virtual que se efectúa este 7 de diciembre entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, figura entre los temas internacionales recientes que han acaparado la atención de la comunidad internacional, a la par de la aparición de la nueva variante ómicron del virus SARS-CoV-2. Según analistas, será difícil lograr un gran avance en las relaciones entre las dos potencias a través de este acontecimiento, pero les permitirá mantener sus vínculos y evitar que se deterioren aún más. 
Cumbre virtual Estados Unidos-Rusia: posibles impactos en las relaciones bilaterales - ảnh 1El presidente ruso Vladimir Putin (d) y su homólogo estadounidense Joe Biden se reunieron en Ginebra en junio de 2021. (Foto: Reuters)

La organización de esta reunión fue confirmada tanto por Moscú como por Washington a principios de diciembre, momento en que los nexos entre los dos países se estaban volviendo cada vez más tensos. Sus discrepancias se relacionan con la ciberseguridad, las acusaciones electorales, la expulsión de diplomáticos, las cuestiones de Siria y Ucrania, así como la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Un contexto desafiante

Esta cumbre virtual entre Biden y Putin tuvo lugar apenas medio año después de su primer encuentro presencial efectuado en Ginebra (Suiza) en junio. Sin embargo, desde ese evento, las relaciones entre las dos potencias mundiales no han registrado ningún avance significativo. Al contrario, en vísperas de la videoconferencia, Estados Unidos y Ucrania acusan a Rusia de desplegar alrededor de 100 mil soldados y equipos militares cerca de su frontera occidental y “planear atacar a Ucrania”.

Previamente, el 6 de diciembre, un alto funcionario de la Casa Blanca advirtió que “Washington y sus aliados europeos están preparados para tomar contramedidas económicas a gran escala contra el país euroasiático si decidiera atacar a Kiev.

Por su parte, el gobierno ruso negó enérgicamente las referidas acusaciones y calificó de “provocación” las maniobras militares de Occidente en el Mar Negro.

Moscú también exigió a la OTAN, liderada por Estados Unidos, que deje de expandir su alcance hacia el Este, después de que la mayoría de los países de Europa Oriental se unieran a la coalición militar. Al intervenir en una rueda de prensa del 6 de diciembre, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, evaluó el estado de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia de “lamentable”. Afirmó: “Por supuesto que la agenda de la videoconferencia se centra en las relaciones bilaterales, que permanecen en un estado bastante lamentable. Y luego están las cuestiones que cobran gran importancia en la agenda, sobre todo, la tensión en torno a Ucrania, el asunto del avance de la OTAN hacia nuestras fronteras y la iniciativa del presidente Putin sobre garantías de seguridad”.

Frente a este escenario desafiante, los analistas sostienen que será difícil “descongelar” las relaciones entre las dos naciones con una sola cumbre virtual. No obstante, afirman que se trata de un paso necesario para el beneficio de cada parte y la estabilidad en las relaciones internacionales.

Un paso importante para conciliar los desacuerdos

A pesar de las repetidas acusaciones y las duras declaraciones cruzadas entre ambos lados, tanto Moscú como Washington han dado muestras de su voluntad de diálogo. Por ejemplo, Estados Unidos eliminó recientemente el contenido relacionado con las sanciones a la construcción del gasoducto entre Rusia y Alemania llamado “Northern Stream 2” del proyecto de ley de gastos de su defensa para el próximo año fiscal.

Mientras tanto, el Kremlin continúa insistiendo en la necesidad de diálogo entre las dos partes para resolver las diferencias. Según analistas, tanto Estados Unidos como Rusia desean dialogar entre sí, lo que se ve reflejado en el hecho de que sus líderes participan en dos cumbres consecutivas en medio año.

Otra razón que motiva la reconciliación radica en la situación interna de cada país. Del lado estadounidense, el presidente Joe Biden enfrenta una gran presión dados los desafíos derivados de China, a fin de garantizar la ventaja del Partido Demócrata en las elecciones de medio mandato del Congreso de Estados Unidos en 2022. Lo que es más, la creciente confrontación con Rusia podría acercar a Moscú cada vez más a Beijing, lo que no favorecerá la estrategia de Washington de tratar con el gigante asiático.

Para su parte, la mejoría de las relaciones con Occidente en general y Estados Unidos en particular, siempre ha sido el objetivo del presidente Vladimir Putin, para consolidar la posición de Rusia y asegurar los intereses de su nación en la región y el resto del mundo. Este punto de vista continúa reflejándose claramente en la iniciativa del mandatario sobre la garantía de seguridad nacional, un tema que se someterá a debate en esta cumbre con Estados Unidos.

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