 Fuerzas de rescate buscan víctimas atrapadas entre los escombros después del terremoto en Antakya, provincia de Hatay, Turquía, el 9 de febrero de 2023. (Foto: Xinhua/VNA) |
Un sismo de magnitud 7,8 sacudió el sur de Turquía en la madrugada de este lunes, destruyendo muchas ciudades importantes de la referida nación y la vecina Siria. El fuerte terremoto cobró la vida de decenas de miles de personas, hirió a otras decenas de miles y dejó a millones de residentes en las áreas damnificadas sin techo bajo el clima invernal.
Grandes daños
Según actualizaciones de fuentes internacionales, hasta el 10 de febrero, el terremoto de mayor intensidad ocasionado en Turquía en un siglo ha cobrado la vida de más de 21 mil víctimas. En particular, el número de defunciones en Turquía alcanzó casi 18 mil, junto con otras decenas de miles de personas resultaron heridas, además de miles de personas atrapadas o enterradas en escombros. Mientras tanto, las condiciones climáticas del invierno están creando desafíos para los equipos de ayuda, por lo que se prevé que el número de víctimas por el sismo siga creciendo.
No solo eso, millones de otras víctimas del desastre se enfrentan a una vida extremadamente difícil, sin alojamiento lo suficientemente cálido, y sin alimentos y medicamentos necesarios. Funcionarios turcos dicen que unos 6.500 edificios en el país han sido aplastados, 13,5 millones de personas residentes en el área que se extiende 450 kilómetros desde Adana, en el Oeste, hasta Diyarbakir, en el Este, están afectados por la tragedia. Ankara declaró una emergencia de tres meses en 10 provincias para acelerar sus operaciones de socorro.
La Agencia Internacional de Clasificación Fitch Ratings reportó el 9 de febrero que el terremoto que golpeó con fuerza a Turquía y Siria podría causar pérdidas económicas estimadas en más de 4 mil millones de dólares. Se pronosticó que estos dos países del Medio Oriente debían tomar muchos años, incluso décadas, para superar las graves secuelas de esta catástrofe.
Redoblar esfuerzos de rescate y asistencia internacional
Tan pronto como ocurrió el terremoto, en respuesta al llamado de Turquía y Siria, los países y las organizaciones internacionales, encabezadas por las Naciones Unidas, han promovido continuamente las operaciones de ayuda humanitaria y de búsqueda y rescate de las víctimas.
El 9 de febrero, el primer convoy de la ONU llega al noroeste de Siria desde Turquía tras los devastadores terremotos. La caravana incluye 6 camiones que transportan artículos esenciales para instalar refugios y otros suministros que se necesitan desesperadamente. Anteriormente, los aviones que transportaban productos de asistencia de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Rusia, Irán y muchos otros países, también llegaron a los aeropuertos controlados por Siria en Damasco, Alepo y Latakia.
Mientras tanto, el Banco Mundial (BM) anunció que está tomando las medidas necesarias para proporcionar a Turquía un apoyo financiero valorado en 1,78 mil millones de dólares, para servir a la recuperación posterior al sismo. Agregó también que 780 millones de dólares de esta suma se enviarán inmediatamente a Ankara, mientras que el monto restante será transferido a Turquía en forma de proyectos con préstamos del BM. Además, la entidad financiera está preparando otra ayuda valorada en mil millones de dólares para ayudar a Turquía a recuperarse y reconstruirse.
El mismo día, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) anunció que proporcionará una ayuda de emergencia por valor de 85 millones de dólares a Turquía y Siria. Desde Europa, el gobierno alemán decidió aumentar en 26 millones de euros (o sea 28 millones de dólares) su paquete de ayuda humanitaria a Siria después del terremoto. Anteriormente, Alemania y muchos países europeos también anunciaron paquetes de apoyo de emergencia para apoyar a Ankara y Damasco.
Paralelamente a la ayuda humanitaria, docenas de países, incluido Vietnam, continúan enviando sus equipos de rescate a regiones afectadas por el terremoto.
Según expertos internacionales, ante la gravedad del desastre, Turquía y Siria necesitan respaldo de la comunidad internacional, lo que contribuye a traer la esperanza para salvar a más víctimas del terremoto y a garantizar un futuro estable para millones de otros residentes afectados.