Un trabajador chino en Shang Hai. (Foto: Reuters) |
El pasado 30 de marzo, el Ministerio de Industria y Tecnología Informática de China informó que más del 98% de las grandes compañías del país reanudaron sus operaciones, con el 90% de su mano de obra que ya retornó a la actividad laboral. Particularmente, los importantes centros industriales como Guangdong, Jiangsu, Zhejiang, Shandong y Fujian recuperaron casi su total capacidad productiva. El mismo día, los centros comerciales en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei y epicentro del Covid-19, reabrieron sus puertas a los clientes.
Un tremendo golpe para la economía china
Tras desatarse a fines de diciembre de 2019 en Wuhan, la neumonía aguda causada por el nuevo tipo de coronavirus (llamado también SARS-CoV-2) se expandió hacia numerosas provincias y ciudades de la nación asiática a un ritmo vertiginoso. El control de la epidemia en los últimos meses perjudica mucho al crecimiento económico de China. Según estimaciones del Banco Mundial difundidas el 31 de marzo, puede que la economía del gigante asiático deje de crecer durante este año por el Covid-19.
En ese contexto, después de que la epidemia tuviera signos de superar el punto máximo y ser controlada, las empresas y los polígonos industriales en todo el país aceleraron el restablecimiento de sus actividades productivas y comerciales.
Para responder a las demandas, las compañías aplican medidas flexibles en el reclutamiento de la mano de obra. Algunas solicitaron a la administración local enviar automóviles e incluso alquilar aviones para retornar a los trabajadores a las fábricas tras su periodo de cuarentena domiciliaria en regiones lejanas del país. Mientras, ciertas empresas emprendieron la mecanización para recompensar la carencia de personal, y otras aumentan la aplicación de tecnologías para capacitar a los empleados recién reclutados y resolver los posibles incidentes. Entre tanto, el comercio de automóviles en China se está recuperando con el más dinámico consumo de este rubro, luego de un tiempo de paralización por el coronavirus. Las aerolíneas del país también van restableciendo los vuelos.
Beijing pone en práctica medidas para recuperar la economía, tales como la flexibilización de las políticas monetarias. En este sentido, las compañías perjudicadas por la epidemia y la caída de las ganancias se benefician de una prórroga crediticia hasta junio. Con antelación, China disminuyó los requisitos de reserva de los bancos para que puedan brindar más préstamos crediticios a las pequeñas y medianas empresas. Por otro lado, a fin de respaldar a las compañías situadas en las áreas desfavorables, el Gobierno permitió posponer por un tiempo el pago de servicio de electricidad. Asimismo, considera la posibilidad de elevar el déficit presupuestario y emitir bonos especiales para atraer capitales.
Interrupción de la cadena de suministro
No obstante, los esfuerzos por recuperar la producción y el comercio aún no son suficientes como para impulsar el crecimiento de la economía de la segunda potencia mundial. Las fábricas chinas que recuperan su productividad, enfrentan ahora la cancelación de pedidos de la clientela extranjera y también el pago tardío. La causa reside en la cuarentena nacional adoptada por varios países. De este modo, la caída de las exportaciones en los próximos meses es algo inevitable. Y aunque se ve una gradual recuperación interna y de la confianza del círculo empresarial, las organizaciones internacionales bajaron los pronósticos del crecimiento de China para este año.
Esta es la primera vez en décadas que Beijing debe enfrentar la perspectiva de un decrecimiento del Producto Interno Bruto en el primer trimestre. Es posible que el 2020 sea un periodo en que la segunda economía mundial sufra el peor momento en 44 años. En esta coyuntura, el problema es cómo mantener la fuerza laboral, al tiempo que equilibrar las soluciones destinadas a garantizar el bienestar social. Mientras no se vislumbra ninguna señal de que el Covid-19 alcance su punto máximo, expertos pronosticaron que lo peor llegaría para la producción y la cadena de suministro de China, así como que sus ventas externas experimentarían un mayor desplomo en este 2020.