Foto de ilustración (VNA)
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La votación del 29 de marzo gira alrededor de los derechos de los ciudadanos británicos en la comunidad europea y el tema sobre Irlanda del Norte, una de las cuatro naciones constituyentes británicas. No se refiere a la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) como las ediciones previas.
Un círculo sin salida
Se adentraron en tensos debates en la Cámara de los Comunes del Reino Unido en busca de resolver el problema del Brexit, inmediatamente después de que ese órgano tuviera la autoridad de dirigirlo. Cabe destacar que los legisladores adoptaron ocho propuestas nuevas al respecto, pero ellos mismos las rechazaron después, lo cual desvela los conflictos dentro del Parlamento y obstaculiza el Brexit. La opinión pública no sabe qué quieren los legisladores británicos.
Anteriormente, la jefa del Gabinete, Theresa May, se frustró en repetidas ocasiones en los esfuerzos por convencer al Legislativo a ratificar el borrador del acuerdo del Brexit consensuado con la UE.
En tal contexto, una nueva votación fue convocada para el 29 de marzo a fin de tratar los artículos referidos a la “factura del divorcio”, los derechos de los ciudadanos y la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Sin embargo, el día antes, el Partido Unionista Democrático y el Conservador declararon el rechazo a los temas sometidos a análisis este viernes. El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, dijo que no votará a favor del Brexit sin saber la futura relación entre el Reino Unido y la UE.
Sin duda, el acuerdo sigue lejos del alcance de ambas partes. Inclusive, medios de comunicación describieron que el convenio de 585 páginas con las obligaciones legítimas sobre el “divorcio” está en “coma”.
Impaciencia de los británicos
El proceso del Brexit sin pasos de avance impacienta a los ciudadanos. Al final de la semana pasada, Londres se vio hundida en la manifestación de mayor escala sin precedentes durante las últimas décadas con la participación de más de un millón de personas para reclamar el término del Brexit.
Mientras, la solicitud online que pide poner fin al proceso registró un número récord de simpatizantes sólo en los días 21 y 22 de marzo de su publicación en la página electrónica del Gobierno. Logró 3 millones de firmas la última fecha. Hubo momentos en los que llegó a cerca de 2 mil firmas por minuto.
Analistas estimaron que mientras que los legisladores están debatiendo alrededor de la cuestión, es posible que haya más protestas similares en todo el país.
Los electores británicos votaron a favor del Brexit en junio del 2016 con la esperanza de que esto trajera beneficios a su país. Empero, después de cerca de tres años desde la primera votación de la separación, este proceso continúa en un callejón sin salida. La opinión pública perfila expectativas de que se consiga una voz común en la Cámara de los Comunes sobre tal problema.