Según fuentes europeas independientes, los talibanes han tomado el control de aproximadamente el 65% del territorio de Afganistán, incluidas muchas ciudades estratégicas, y amenazan con atacar y ocupar una serie de localidades más. Mientras tanto, las fuerzas afganas se están agrupando para proteger las principales ciudades restantes, incluida la capital, Kabul.
Un funcionario de defensa estadounidense, bajo condición de anonimato, dijo el jueves que la inteligencia de su país había estimado que los talibanes podrían sitiar Kabul en 30 días y capturar la ciudad en 90 días. Pero que pareciera que el gobierno afgano podría perder el control total en el país más rápidamente de lo pronosticado por la inteligencia norteamericana y que los talibanes podrían controlar Afganistán en un plazo de seis meses a partir de la fecha en que Estados Unidos y sus aliados retiren completamente las tropas de esa nación.
Esta inquietante conclusión se produce después de que los talibanes ganasen sucesivamente la mayor parte de los combates contra las tropas del gobierno afgano en importantes ciudades, así como en la zona fronteriza con países vecinos. Específicamente, en una semana (del 6 al 12 de agosto), los talibanes capturaron y obtuvieron el control de más de 10 localidades. En particular, el 12 de agosto, ocuparon la ciudad estratégica de Ghazni, ubicada a sólo 150 kilómetros de Kabul, y declararon que controlaría la segunda ciudad más grande del país, Kandahar.
Los triunfos continuos de los talibanes han provocado el caos en las zonas de entrada a Kabul. Decenas de miles de personas que huyen de los rebeldes desde áreas vecinas están tratando de ingresar a la capital con la esperanza de ser protegidas por las tropas gubernamentales.
Los talibanes en camino hacia la ciudad afgana de Gazni, el 12 de agosto. (Foto: Reuters) |
Causas y riesgos
Según analistas, la razón del avance de los talibanes se debe a muchas razones. En primer lugar, tienen una motivación y un espíritu de lucha mucho más fuertes que el ejército del gobierno afgano. Además, consideran la retirada simultánea de las tropas y aliados de Estados Unidos como su victoria, y una "oportunidad de oro" para ampliar su área de control. Por ello, intentan tomar el control sobre la mayor cantidad de territorio posible para crear así una situación irreversible, y adoptar una ventaja abrumadora en la mesa de negociaciones con el Gobierno afgano en el futuro.
En contraste, para el gobierno afgano, la retirada de la coalición internacional les hizo perder tanto el apoyo militar como la base de apoyo moral. A lo largo de los últimos años, las tropas afganas casi nunca han luchado de forma independiente en operaciones o batallas a gran escala contra los talibanes. Siempre fueron ayudadas por las fuerzas aéreas estadounidenses, e incluso de las de artillería e infantería.
Además, la capacidad de combate del ejército del gobierno afgano es bastante limitada, aunque es superior a la de los talibanes en términos de número y equipo. En particular, el ejército de Afganistán posee cerca de 170 aviones de combate y decenas de helicópteros, superando ampliamente a la fuerza aérea de los rebeldes. Se cree que la causa fundamental de su debilitada posición actual se debe a años de corrupción y burocracia, también presente en las áreas militares.
La situación actual en Afganistán representa un problema para Estados Unidos, ya que pone en una difícil situación al presidente Joe Biden, quien se comprometió a retirar las tropas de esa nación.