La reunión plenaria del 79º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos), el 22 de septiembre de 2024. (Foto: Xinhua/VNA) |
En vísperas de la AGNU-79 líderes de varios países participaron los días 22 y 23 de septiembre en la Cumbre del Futuro, en la que aprobaron el Pacto para el Futuro con 56 compromisos de acción para los próximos decenios. Esto fue considerado como un impulso para la semana cimera de las Naciones Unidas, en momentos cuando se cuestiona más que nunca el papel de esta organización multilateral como garante de la paz y la seguridad en el mundo.
Un mundo preñado de inestabilidades de seguridad
En el momento en que transcurrían las primeras actividades diplomáticas de alto nivel en Nueva York el mundo era testigo de los riesgos del estallido de un nuevo e inminente conflicto en Medio Oriente. La confrontación entre Israel y las fuerzas de Hezbolá, en el Líbano, ha escalado, empujando a las dos partes al borde de una guerra total.
Los ataques aéreos de Israel en el sur del Líbano cobraron la vida de casi 500 personas solo el 23 de septiembre, la fecha más mortífera en ese país desde la guerra civil (1975-1990). Un día antes Hezbolá había anunciado el inicio de una guerra abierta con Israel. Así, no se avizora el fin del conflicto entre Israel y el movimiento islámico palestino Hamás en la Franja de Gaza tras casi un año desde su estallido, mientras el posible enfrentamiento armado entre el país hebreo y Hezbolá, un aliado cercano y con un potencial mucho más fuerte que Hamás, podría empujar a Oriente Medio a una guerra devastadora.
Lo que está ocurriendo en esta región urge aún más de una respuesta a las demandas por la reforma de la ONU. Desde que comenzó el conflicto en la Franja de Gaza en octubre de 2023, hasta la actual situación de estar al borde de la guerra en el sur del Líbano, unos 50.000 civiles murieron, casi dos tercios de ellos mujeres y niños. Sin embargo, aparte de las operaciones de ayuda humanitaria, la ONU solo muestra su inercia. Lo mismo pasa con el conflicto en Ucrania, que está a punto de entrar en su tercer año.
Según los representantes de muchos Estados miembros de la ONU, el problema radica en el ya inapropiado mecanismo de funcionamiento del Consejo de Seguridad, donde los cinco Estados miembros permanentes (Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Rusia y China) tienen poder de veto. El presidente de Chile, Gabriel Boric, opinó que el año 2024 no es 1945. “Hemos visto muchas veces que algunos países, debido a conflictos geopolíticos, vetaron una resolución. Pero el mundo de hoy ya no sigue igual. Estos países no deberían tener poder de veto y el Consejo de Seguridad no representa al mundo de hoy”, enfatizó.
Compartiendo la misma opinión, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, dijo que hace falta aumentar el poder de la Asamblea General de la ONU, organismo que reúne a todos los Estados miembros, en lugar de concentrar el poder en el Consejo de Seguridad.
“Necesitamos democratizar el proceso de toma de decisiones en la ONU. La paz y la seguridad internacionales no pueden dejarse a la voluntad de un grupo privilegiado compuesto por un puñado de países”.
Cambio climático y desarrollo sostenible
Además de la urgencia de reformar las Naciones Unidas para que cumpla con su máxima misión de garantizar la seguridad y la paz en el mundo, el 79º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU también someterá a debate otros desafíos globales críticos, como el compromiso de los países de responder al cambio climático y el ritmo de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), según la Agenda 2030 de la ONU.
El director general de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu Dongyu. (Foto: Xinhua) |
En cuanto a la crisis climática, este periodo de sesiones de la Asamblea General es el último evento diplomático de alto nivel antes de la 29ª Cumbre de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29), que se celebrará en Azerbaiyán el próximo noviembre.
De esta forma, los países deben acordar pronto objetivos más ambiciosos, tales como alcanzar un nuevo acuerdo financiero global que sustituirá el compromiso de 100 mil millones de dólares/año que expirará el 2025, e identificar una hoja de ruta específica para eliminar por completo los combustibles fósiles, entre otros.
Mientras tanto, al referirse al cumplimiento de los ODS, el director general de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu Dongyu, dio a conocer: “El mundo se enfrenta a una realidad muy frustrante en materia de seguridad alimentaria y nutrición. El año pasado más de 730 millones de personas en todo el mundo se enfrentaron al hambre y 2,3 mil millones de personas padecieron inseguridad alimentaria moderada y grave. No estamos en camino de alcanzar ninguno de los ODS y también estamos siendo testigos de desigualdades persistentes en muchas áreas, desde los ingresos y el género hasta el acceso a activos y oportunidades”.
La cooperación Sur-Sur entre los países en desarrollo es también otro tema importante a destacar de la AGNU-79, ya que ese grupo de naciones, también conocido como el Sur Global, se está haciendo oír cada vez más en los asuntos internacionales.
En los primeros días de la semana de la agenda diplomática más importante del año en Nueva York se han celebrado centenares de reuniones bilaterales entre países en desarrollo en las que se han concretado numerosos acuerdos de cooperación en diversos campos, desde la economía y el comercio hasta la energía y la tecnología.