El embajador estadounidense en Vietnam, Daniel Kritenbrink, ofrenda inciensos en una tumba en el Cementerio Nacional de Mártires de Truong Son, en la provincia centrovietnamita de Quang Tri. (Foto: Embajada de Estados Unidos)
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Mathew Reenan es un veterano estadounidense que participó en la guerra de Vietnam. Desde que los dos países normalizaran sus lazos diplomáticos en 1995, esperaba volver a Da Nang, la ciudad del centro de vietnamita donde estuvo. 20 años después visitó este lugar y tuvo recuerdos inolvidables, especialmente en el Centro de Atención a los niños de la Asociación local de Víctimas del agente naranja/dioxina. Él compartió: “Estuve en Da Nang durante la guerra y quería volver. Mi deseo viene de la nostalgia, por una razón emocional. Tuve la oportunidad de visitar a los niños afectados por el agente naranja/dioxina en la ciudad. Cuando conversaba con la gente vietnamita, sentí su amabilidad y no mostraba ningún sentimiento de rencor hacia mi persona. No me juzgaban ni me decían ´!Dios mío! Hiciste cosas malas aquí durante la guerra´. En realidad ocurrió lo contrario. Al estar a punto de subir al avión antes de irme de esta tierra, miré por la ventanilla y me dije que tendría que volver”.
Durante los últimos cuatro años, Mathew visitó Vietnam dos veces por año e ingresó como voluntario a los centros de atención de la Asociación de Víctimas del agente naranja/dioxina de Da Nang. Lo hará hasta que pueda hacerlo, confesó.
En su caso, Nguyen Thu Thao, ex jefa del Fondo de Veteranos de Guerra estadounidenses en Vietnam, deseó aliviar el dolor de las víctimas vietnamitas impactadas por la guerra. Llamó al reconocimiento por parte del Congreso y del Gobierno de Estados Unidos del tratamiento de las cuestiones relacionadas con esas personas y lo logró en 2008. Ella confió en que la decisión asentará una base para una duradera cooperación entre Hanói y Washington en la mitigación de las secuelas de guerra. Dijo lo siguiente: “En mayo de 2007, el presidente estadounidense George Bush ratificó otro presupuesto de 3 millones de dólares al servicio de la solución de las cuestiones del agente naranja/dioxina en Vietnam. Pese a que resulta tan pequeño en comparación con la magnitud de la cooperación binacional, reviste un gran significado. Muestra que el gobierno estadounidense reconoció su responsabilidad humanitaria en los temas de la guerra vietnamita.”
Estados Unidos ha brindado una asistencia de más de 105 millones de dólares para desactivar las bombas y minas remanentes en Vietnam, entrenar y suministrar recursos a los grupos encargados de esta labor, ayudar a las víctimas y sus familiares, así como elevar la conciencia sobre los riesgos de esos artefactos explosivos. En 2018, Washington entregó más de 100 mil metros cúbicos de tierras descontaminadas de la dioxina en el aeropuerto de Da Nang después de seis años de trabajo con un costo de 110 millones de dólares. El año pasado, continuó la labor en el aeropuerto de Bien Hoa (en el sur del país) para tratar una cantidad de tierra contaminada que cuadriplica las de Da Nang.
En un esfuerzo por cicatrizar las heridas de guerra, Daniel Kritenbrink fue el primer embajador estadounidense que visitó el Cementerio Nacional de Mártires de Truong Son en la provincia central de Quang Tri, donde descansan más de 10 mil soldados vietnamitas.
El asesor del Senado estadounidense, Timothy Rieser. (Foto: VNA)
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Pilar importante en la relación bilateral
Vietnam y Estados Unidos se acompañaron en un largo camino para reducir las secuelas de guerra. La cooperación en esta materia constituye un factor importante en la asociación integral binacional, evaluó la vicedirectora de la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid), Bonnie Glick, en ocasión de su visita de trabajo al país indochino en 2019.
Mientras, Timothy Rieser, asesor del Senado estadounidense dijo que próximamente, su país brindará por primera vez una ayuda financiera de 2 mil 500 millones de dólares para respaldar a Vietnam en la búsqueda de soldados desaparecidos en la guerra. Se considera uno de los proyectos de suma importancia que Washington realiza para aliviar las consecuencias de la guerra.
La colaboración entre ambas naciones en este trabajo permite abrir nuevas oportunidades para profundizar sus relaciones en los campos de seguridad, educación, ciencia, economía y comercio, así como fortalecer su asociación integral.