La pandemia de covid-19, provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 estalló primeramente en diciembre de 2019 en la provincia china de Hubei. A lo largo de la historia, el mundo nunca había registrado un tipo de virus que se propagara tan rápido como el SARS-CoV-2. En pocas semanas era una enfermedad que afectaba a un área geográfica extensa. Esto llevó a que el 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase al covid-19 como una pandemia.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus. (Foto: Reuters) |
En aquel momento, este virus letal se detectaba en 120 naciones y territorios del mundo, con 121 mil de contagios y 4.300 fallecidos, pero solo un año después las cifras aumentaron en más de 1.500 veces, a más de 181,7 millones de infectados y el número de muertes se incrementó en más de 630 veces, a más de 2,6 millones de fallecidos.
En total, después de 3 años, el SARS-CoV-2 se ha propagado a unos 221 países y territorios, con unos 642 millones de infecciones, de las cuales fallecieron más de 6,6 millones de personas.
Feroces olas de contagios de covid-19
Desde el día en que la OMS caracterizó al covid-19 como una pandemia mundial, en el mundo surgieron numerosos subvariantes peligrosas del SARS-CoV-2, tales como: Alpha, Beta, Gamma, Delta y Ómicron, y decenas de otras posteriores. Estas variantes tienen la capacidad de "esquivar" la vacuna e infectar más rápidamente, lo que hace que el número de nuevas infecciones establezca consecutivamente un récord.
La impredecible evolución vírica del SARS-CoV-2 no solo ha provocado grandes pérdidas de vidas humanas, sino que también ha infligido la economía mundial, ya que las medidas de confinamiento debido a la pandemia interrumpieron las cadenas de suministro globales, servicios de logística y causaron la subida de los precios de la energía.
El Producto Interno Bruto (PIB) mundial cayó un 5,2 % en 2020 debido a las medidas de restricciones para evitar la propagación pandémica. La deuda pública en los países de bajos ingresos aumentó un 12 %, hasta un récord de 860 mil millones de dólares en 2020. Este desafío también ha ampliado la brecha entre ricos y pobres, afectando gravemente el desarrollo socioeconómico de los Estados en desarrollo.
Esfuerzos globales para contener la pandemia
En comparación con el primer año que la OMS declarara una pandemia, las olas de contagio con la aparición de nuevos subvariantes han cambiado los métodos antiepidémicos de muchos países. En particular, la introducción de numerosas vacunas y medicamentos eficaces ha sido un punto de inflexión en la lucha contra la enfermedad. Junto con los esfuerzos para acelerar las campañas de vacunación y elevar la tasa de cobertura de la vacuna anticovid-19, se ha reducido gradualmente la cantidad de casos graves y muertes en el mundo. Por eso, es innegable la eficacia de las vacunas en este combate.
Gracias a los esfuerzos para fortalecer la cooperación internacional y el multilateralismo en la respuesta a la enfermedad, se han establecido muchos mecanismos nuevos para ayudar a distribuir miles de millones de dosis de vacunas anticoronavirus a los países pobres.
También se han puesto gradualmente en marcha planes para establecer un fondo de respuesta a la pandemia, así como un acuerdo para garantizar la financiación y la flexibilidad de la OMS.
Son estos logros que contribuyen a consolidar la determinación de los países de considerar al covid-19 ya no solo como una pandemia sino también como una enfermedad endémica, poniéndose la doble meta de lograr la convivencia segura controlar los brotes de la pandemia, reabrir la economía y restablecer la vida normal.
Se puede afirmar que el 2022 fue un año para reactivar la economía mundial posterior a la pandemia, cuando su valor superó los 100 billones de dólares. El Fondo Monetario Internacional (FMI) también dijo que el crecimiento económico global en 2022 alcanzó el 4,9 % y el comercio mundial volvió a la normalidad.
De hecho, es imposible de combatir la pandemia global con los esfuerzos de un solo país. Eso significa que es importante reforzar la solidaridad internacional y hacer una preparación exhaustiva en respuesta a posibles epidemias en el futuro. Según la OMS, es poco probable que la pandemia de covid-19 se elimine por completo en un cercano tiempo. Sin embargo, la mayor cooperación y el empeño son factores primordiales para ayudar al mundo a poner fin a este desafío, “cerrando definitivamente el triste capítulo de la historia humana”.