La colina de té es un destino atractivo para los turistas nacionales y extranjeros

El camino de Hanoi a Moc Chau de 200 kilómetros ha sido ampliado y asfaltado, facilitando el desplazamiento. Moc Chau, tierra tranquila con un clima puro en lo inmenso de la naturaleza hechiza a la gente, convirtiéndose en un destino atractivo a donde acuden los turistas cada fin de semana. Según Phung Thi Luu Ly, vicejefa de la sección de Cultura del Comité Popular del distrito de Moc Chau, los fines de semana y año nuevo lunar, la meseta recibe una gran afluencia turística, llenando la mayoría de los hoteles y posadas. La funcionaria dio a conocer: “El clima de Moc Chau es muy diferente en comparación con otras localidades. Aquí hay 4 estaciones, primavera, verano, otoño e invierno. La temperatura más ideal de día varia de 18 a 22 grados centígrados, no hace frío ni hace calor. Así es que los turistas pueden llevarse sólo un abrigo ligero y recomendamos a las mujeres llevar una bufanda para embellecer las fotos que se tomarán en Moc Chau. En los últimos 5 años, este centro turístico de la región ha recibido cada vez a más visitantes”.

Un arbol de té de 100 años de antigüedad

Moc Chau es conocida por la belleza de las flores. En la primavera, los ciruelos y melocotoneros florecen, cubriendo los bosques con su blancura. En el frio ambiente primaveral, los campos de té verde se extienden en las lomas, trayendo delicia a los excursionistas. La belleza de la naturaleza en Moc Chau varía en cada estación que se liga con un género floral. Pham Minh Chien, guía de turismo de la empresa Khanh Sinh reveló: “En mi opinión, todas las estaciones en Moc Chau son lindas. El invierno es la temporada de girasoles mexicanos cubriendo las cúspides de las lomas con una franja amarrilla muy linda. En la primavera brillan las flores de albaricoque, ciruelo y melocotón mientras que en marzo se puede presenciar la belleza de las flores de bauhinias blancas. Después de esta temporada viene el verano, estación en que los árboles echan frutos. Así es que los visitantes pueden caminar recogiendo frutas como ciruelas. Cuando llega el otoño, es ocasión de las efemérides, el grupo étnico Mong celebra la Fiesta de la Independencia el 2 de septiembre. La mayor festividad de los habitantes locales está seguida por el festival tradicional en noviembre lunar que dura un mes. En este sentido, al visitar Moc Chau en el otoño, los turistas tienen la oportunidad de presenciar las fiestas más tradicionales de las comunidades originarias de la meseta”.

Belleza romántica en Moc Chau

Además, los excursionistas pueden contemplar en Moc Chau paisajes pintorescos maravillosos, tales como la cueva Son Moc Huong, conocida también como caverna Doi (murciélago) en la cual se preservan los rasgos antiguos de las estalactitas y estalagmitas. Otra opción es visitar la cascada de la aldea Vat o cascada Dai Yem cuya corriente de agua dibuja una franja blanca que se asemeja al delantal claro y suave de una muchacha. No hay que perderse tampoco el pinar de la aldea Ang donde las personas pueden ponerse en medio de las filas de pinos que se reflejan en el agua del lago. Además, cabe destacar el arte culinario en Moc Chau que atrae a numerosos gourmets. La ternera asada, manjar de la granja de vacas de Moc Chau, la margarita de verano de la etnia Mong y la malanga típica de la altiplanicie. Según Phung Thi Luu Ly, vicejefa de la sección de Cultura del Comité Popular del distrito de Moc Chau, todos estos rasgos particulares atraen a los turistas, especialmente los fines de semana. La funcionaria expresó: “En los últimos años, se incluye Moc Chau en la estrategia de desarrollo turístico de la región del noreste. La meseta tiene muchas ventajas, entre ellas, los manjares como té y leche. En especial Moc Chau ha sido reconocida como conjunto turístico nacional. Es también la entrada a la provincia de Son La con ventajas geográficas y climáticas donde viven compatriotas muy amables y hospitalarios. En especial, la localidad no está lejos de la capital Hanoi. Lo importante es que Moc Chau ofrece a los visitantes una zona de ecoturismo donde disfrutan la frescura del prado”.

Una aldea sumida en la niebla