La pintura de Dong Ho tiene una historia de cientos de años, pero el periodo desde finales del siglo XIX hasta 1944 fue su auge. En la aldea artesanal homónima, 17 líneas familiares se dedicaban al oficio legado por sus antepasados. La gente de las zonas rurales en la llanura del norte solía comprar sus obras pictóricas para decorar sus casas durante las fiestas del Año Nuevo lunar. En este poblado había un mercado muy concurrido, que estaba especialmente animado en diciembre por las actividades de compra y venta.
La pintura "Familia de cerdo" representa el deseo de la prosperidad de los habitantes de la aldea de Dong Ho
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Todos los pasos de trabajo son artesanales, incluyendo la fabricación de papel, el dibujo sobre planchas de madera, la impresión y la coloración, y estas técnicas se mantienen desde el siglo XVI hasta ahora. Las pinturas son creadas con materiales naturales que son plantas y productos de la zona. Se trata de la corteza del árbol llamado “do” (Rhamnoneuron), una especie muy abundante en las áreas montañosas de la provincia de Bac Ninh, para producir el papel. Pero antes ser impreso y pintado, se prepara una masa de arroz glutinoso mezclada con polvos de cáscaras de almejas para crear un tipo de pegamento especial. Con una escoba, el artesano cubre el papel de ese material antes de secarlo. Por su alta capacidad de resistir a la humedad, este tipo de papel ayuda a las pinturas a evitar el moho y las termitas y persistir con el tiempo.
De la misma manera, los colores de estas obras pictóricas, que son principalmente el negro, el verde, el índigo, el rojo y el amarillo, también se obtienen de materiales naturales en lugar de sustancias químicas. La razón es que garantizan una coloración fresca y de alta resistencia a los efectos del clima y el tiempo, como nos explicó la artesana Nguyen Thi Oanh. Ella precisó: “Conseguimos el rojo de ladrillos machacados, el negro de cenizas de pajas, el amarillo de botones de “hoa hoe” (flor del árbol de la miel) y el verde de plantas de tronco blando. Estos materiales son bien mezclados con el pegamento hecho de arroz glutinoso para crear pinturas muy naturales”.
Un taller de pintura tradicional destinado a jóvenes y alumnos (Photo: nhandan.com.vn) |
En su época de oro, las pinturas de Dong Ho tenían hasta l80 temas divididos en cinco grupos: culto, historia, felicidad, cotidianidad y cuentos folclóricos. Los contenidos de estas láminas abarcaban personajes de leyendas, paisajes pintorescos del país y el deseo de una vida próspera y feliz, con cosechas abundantes.
En los últimos tiempos, por los impactos de la economía de mercado, el oficio se ha ido perdiendo. Quedan un número reducido de familias todavía fieles al legado vocacional de sus antepasados. De los cerca de 400 hogares con más de mil 500 personas, el 90% se convirtieron en fabricantes y comerciantes de objetos votivos de papel. La situación exige una actuación urgente para salvaguardar esta técnica artística ancestral. Al respecto, Nguyen Huu Viet, un investigador y coleccionista de pinturas tradicionales, estimó: “La elaboración de un expediente sobre la práctica artística de Dong Ho para solicitar a la Unesco inscribirla en la lista de Patrimonios Culturales Inmateriales que requieren de urgentes medidas de protección tiene un gran significado. Este proyecto permitirá continuar preservando y promoviendo los valores de esta aldea de oficio tradicional y elevar la conciencia de los ciudadanos en tal tarea”.
De materializarse, el proyecto contribuirá a salvaguardar uno de los tesoros culturales de Vietnam y hacer que más personas en el mundo puedan apreciarlo como un Patrimonio de la Humanidad.