La clase ocupa un espacio de aproximadamente 40 metros cuadrados, se llama “Aula Flexible” y está en el distrito capitalino de Hoang Mai. Más de 20 estudiantes, el menor de 12 años y el mayor de 29, escuchan atentamente mientras la maestra Nguyen Thi Coi da lecciones sobre ortografía. Durante 3 horas, de las 8 hasta las 11 de la mañana, la anciana maestra de 79 años, con cabello corto y rizado y ropa sencilla, escribió las letras en la pizarra y enseñó a sus alumnos a deletrear palabras. A veces, tomaba con dulzura la mano de un nuevo alumno para enseñarle amablemente a escribir cada letra, a realizar un ejercicio de matemáticas o para consolarlo en su llanto.
La señora Nguyen Thi Coi está enseñando a un niño a deletrear |
“Mi clase tiene actualmente 24 estudiantes. Cada uno de ellos proviene de diferentes contextos. Por ejemplo, hay niños que vienen de muy buena familia, pero sufren de discapacidad intelectual y, en lugar de ir a la escuela normal, asisten a mis clases especiales. También hay huérfanos y niños que proceden de familias muy pobres que carecen de los medios para participar en clases normales. Para todos y cada uno ellos, tengo que comprender en profundidad sus limitaciones, sus enfermedades y hasta sus circunstancias familiares para poder hacerles sentir el amor de una abuela, madre y maestra, y que no se sientan en desventaja”, dijo la maestra Coi.
Todo comenzó en 1994 cuando la señora Coi, mientras era la directora de la escuela primaria Hoang Van Thu, se enteró de que el Comité Popular del distrito de Hai Ba Trung estaba buscando a un maestro para impartir una clase especializada para niños desfavorecidos en la localidad. Al darse cuenta de que se trataba de un trabajo muy significativo, presentó su candidatura y fue aceptada.
Dentro de la "Aula Flexible" de la señora Coi |
El curso escolar especial de la señora Coi tiene lugar cada semana los lunes, miércoles y viernes. Los alumnos se reparten en cinco niveles diferentes, desde el grado 1 hasta el grado 5. Algunos han estado estudiando durante años; otros, algo más de un año. Enseñar a estudiantes tan especiales como ellos nunca ha sido tarea fácil. Para la anciana profesora, lo más complicado es la mala memoria de sus estudiantes: la señora Coi siempre tiene que repetir mucho sus explicaciones para que se entiendan a fondo. Incluso cuando los niños hacen su tarea, ella toma fotografías de fórmulas matemáticas y tablas de multiplicar para ayudar a los estudiantes a memorizarlas. Cada vez que quería recordarles el horario de clase, la maestra llamaba a sus padres para informarlos. Muchos niños van a clase sin bolígrafos, incluso sin cuadernos, y ella tiene que descontar dinero de su pensión para comprar esos materiales.
A pesar de varias dificultades, la señora Coi nunca se ha sentido desanimada y no tiene intención de cerrar su clase. Todo viene de su simpatía hacia los estudiantes más desfavorecidos.
“Mi motivación proviene de mi amor por los niños desfavorecidos. Los considero miembros de mi familia y quiero cuidarlos para que se conviertan en personas útiles para la sociedad. Mi deseo es que puedan hacer las cosas básicas, como cuidados personales o conocer letras, para que no se sientan en desventaja frente a los otros chicos”, la señora Coi expresa.
El alfabeto colgado en la pared para ayudar a los estudiantes |
Por lo tanto, la felicidad de la anciana maestra es simplemente ver que sus estudiantes gradualmente pueden deletrear, realizar simples operaciones de matemáticas o se comportan correctamente. Además de la alfabetización, los alumnos de la señora Coi también aprenden sobre habilidades y cuestiones básicas de la vida. Ella también recomienda a muchos de sus estudiantes con buenos resultados que asistan a clases de nivel superior en otros centros educativos.
Nguyen An Khanh, un niño abandonado que estudia en la clase especial de la señora Coi, dijo: “Antes, yo era un niño muy travieso. Cuando vine aquí a estudiar, la señora Coi me enseñó a ser una mejor persona, por eso le quiero expresar mi más profunda gratitud”.
La clase de la maestra Coi brinda sonrisa a los niños desafortunados en la sociedad |
Con el paso del tiempo, la clase especial de la señora Coi se ha vuelto cada vez más popular. Cada vez más familias quieren enviar a sus niños a este “centro”, pero Coi nunca acepta ningún dinero por la matrícula del estudiante. La anciana maestra dedica toda su pensión a la clase. Nguyen Minh Duc, cuyo hijo está estudiando en la clase de la señora Coi, dijo: “Mi niño ha estudiado en esta clase solo durante algunos meses, y ya puedo sentir el amor de la señora Coi hacia él. Aquí a veces los niños no tienen libro, cuaderno o bolígrafo, pero la señora Coi ya ha comprado el material necesario para sus estudiantes. No hace falta mencionar que el estudio en su clase es completamente gratis”.
Gracias a su dedicación a los niños más desafortunados en la sociedad durante los últimos 26 años, la maestra Nguyen Thi Coi fue honrada en 2019 con el título de Mujer Destacada de la capital. Ahora, a la edad aproximada de 80 años, todavía se mantiene diligente en su trabajo de traer conocimientos y proveer de sentimientos cálidos a los menores en las situaciones más difíciles, ayudándoles a ser más activos y fuertes en la vida.