Durante el mes de diciembre, según el calendario lunar, los huertos de naranjos enanos o kumquats, flores de melocotón, lirios, crisantemos y otros ubicados en la aldea de Dong Do, de la comuna de Binh Khe, en el distrito de Dong Trieu, se convierten en un bullicioso punto de encuentro desde las primeras horas de la madrugada. Tanto floricultores como comerciantes y visitantes acuden en masa a este sitio. Algunos se dedican a cuidar las plantas, otros para la compra y venta de las flores y muchos vienen para fotografiar el ambiente festivo durante los últimos días del año.
El floricultor Do Van Cuong, de la aldea de Doc Man cuida su jardín de gladiolas.
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Los campesinos locales, unas semanas antes del inicio del año nuevo lunar, suelen levantarse bien temprano. Según los floricultores en Binh Khe, las condiciones climáticas de este año han sido bastante favorables para el crecimiento y florecimiento saludable de las plantas. Este detalle ha generado mayores ingresos a los residentes con las ventas a precio más elevado que el año anterior. Así comentó Truong Thu Thuy, campesina en la aldea de Dong Do: “Los precios se han duplicado respecto al año pasado. Este año, nuestros naranjos enanos se venden a 800 mil dongs (equivalente a unos 35 dólares) por cada árbol. Estamos muy contentos con la venta de este año y esperamos que recurra más gente a nuestra comuna de Binh Khe. Nuestras plantas crecen bien saludables y las ofertas son bastante asequibles”, manifestó.
Considerada la zona con mayores áreas de plantación de flores en el distrito de Dong Trieu, la comuna de Binh Khe cuenta con un total de 185 hectáreas dedicadas a este cultivo. En la temporada de tet (año nuevo lunar), los floricultores locales suelen cultivar plantas de crisantemos, gladiolos, azucenas, violetas, flores de melocotón y kumquat.
Durante los últimos años, muchos agricultores han introducido a sus campos nuevas especies de flores que ofrecen mayores rendimientos. Es el caso del floricultor Do Van Cuong, de la aldea de Doc Man. Desde hace 4 años comenzó a guardar un tercio de su jardín para cultivar nuevas especies de flores paralelamente a las plantas tradicionales. A partir de entonces, Van Cuong logró abastecer al mercado con nuevos tipos de gladiolas.
“Esta es la gladiola vietnamita. Compramos una semilla, la multiplicamos y luego la vendemos a precios muy asequibles, a menudo a la mitad del precio del mercado. Observo que la propagación de esta variedad es muy vigorosa y las plantas crecen de manera saludable. Por ejemplo, si plantamos 100 plantas, solo una se dañará. En cambio, las variedades nativas que solíamos cultivar solo alcanzaban entre el 80 % y el 90 % de tasa de propagación. También hemos importado otras especies de plantas, pero lamentablemente no se adaptan al suelo de Vietnam”.
Un floricultor local está regando sus árboles de kumquat.
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Aunque Binh Khe cuenta con una zona especialmente dedicada a la floricultura, su principal cultivo durante todo el año es el arroz, según Pham Van Phong, presidente del Comité Popular de la comuna. La temporada de siembra de flores representa sólo una cultura intensiva durante los últimos tres meses del año, en preparación para el año nuevo lunar, con el objetivo de optimizar el valor de las tierras cultivadas y diversificar las fuentes de ingresos de los agricultores locales.
“En los últimos tres años, hemos introducido nuevas variedades en nuestro cultivo para aumentar los ingresos de los agricultores. Además de las flores, Binh Khe cuenta con una zona especializada en el cultivo de plantas ornamentales como los kumquats, albaricoques amarillos y melocotoneros. Todas estas ofrecen un alto valor agregado a los horticultores. Nos esforzamos por brindar asistencia técnica para garantizar una floración oportuna durante el Tet, satisfaciendo así las demandas del mercado”, compartió Van Phong.
La mayoría de los kumquats de Binh Khe ya han sido preordenados por los comerciantes a precios que superan en un 30 % el promedio. Con precios ligeramente más altos este año en comparación con el año anterior, los campesinos de Binh Khe, anticipan una cosecha rentable y prometedora para el Tet.