(VOVworld) - Si alguna vez pasan por el centro de Hanoi, podrían oír hablar sobre una calle con un nombre tan exótico como su carácter: “la calle extranjera”. Originalmente nombrada Ta Hien, la calle es una de las más estrechas en el casco antiguo de la capital, la más atractiva para los turistas extranjeros, en particular los mochileros, por lo que le dan este nombre.
Desde la fuente de agua situada al lado del Lago de la Espada (cuyo nombre vietnamita es Ho Guom - el corazón de la ciudad), pasamos por la calle Dinh Liet para entrar en Ta Hien. Esta antigua calle todavía mantiene la original arquitectura desde la época colonial francesa, con las casitas pintadas de amarillo, ventanas verdes de madera, y callejones tan pequeños que parece imposible pasar. La calle pequeñita, que mide no más de 200m de largo y 3 metros de ancho, le llevará menos de 3 minutos cruzar desde esta embocadura a la otra. Aún así, Ta Hien es uno de los lugares más bulliciosos de esta ciudad milenaria, siendo donde se concentran todo tipo de negocios turísticos, desde agencias de turismo, hoteles hasta restaurantes y cafeterías.
Ta Hien, a las 5 de la tarde, ya está llena de clientes
Ya son las 5 de la tarde, Ta Hien ha ido coloreándose e iluminándose con las luces de las tiendas, restaurantes y también de las farolas en las aceras, como señales que vaticinan las oleadas de clientes que dentro de muy poco llenarán toda la calle. Simplemente con unas sillitas de plástico y mesita de madera, puestos pegados entre sí para maximizar el número de asientos, todo el personal está listo. Mientras que la mitad de la calle Ta Hien, desde el cruce Hang Bac hasta el cruce Luong Ngoc Quyen alucinan con los olores más sabrosos provenientes de tantas tiendas de comida, donde se venden patatas fritas, rollito frito de carne de puerco fermentada, palitos de queso, etc., la otra está llena de tiendas de ¨bia hoi¨ (cerveza dispensada o cerveza fresca de barril), bares y pubs, sitios favoritos tanto de jóvenes locales como de turistas extranjeros. En una tienda de cerveza en el medio de la calle, nos encontramos con una pareja de turistas quienes se están deleitando con un vaso de birra mientras contemplan el ambiente con entusiasmo. La mujer se llama Barbara Aigner, quien nos contó que está de visita por el país acompañada de su esposo. Son alemanes y es su primera vez aquí en Hanoi. Llegaron al mediodía, y sin duda alguna, eligieron la calle como la primera parada en el viaje de conocer la vida nocturna de la ciudad. Nos explica sus opiniones:
¨Sabemos de la calle por el Internet. Allí conocimos que ésta es una zona muy festiva del casco antiguo, donde se puede encontrar no solamente tiendas de recuerdos sino bares y pubs para tomar, bailar o simplemente pasar el tiempo contemplando sus alrededores”.
Barbara Aigner con su marido
Barbara Aigner sigue: “¡Aquí podemos comprar muchas comidas deliciosas! ¡Por eso estamos aquí para tomar y comer!
La comida de esta calle es muy rica, también con un precio que nadie se puede quejar. Un vaso de cerveza es de 30 a 35 mil Vietnam dong, más o menos un dólar y medio, sumando con unas chucherías más y sólo te cuesta como cien mil dong (o 5 dólares). Además, los clientes pueden sentarse en la calle, tomando y chateando mientras miran a la gente pasando de acá para allá y disfrutando de un Hanoi noctámbulo. Quizás así es cómo atrae a tantos turistas, especialmente a los turistas callejeros, o “Tay balo – mochileros” como les llaman los vietnamitas. Un sitio ideal para conocer gente de todos los rincones del mundo.
A las 7 horas de la tarde. La calle está casi llena de clientes. Grupitos de 3 a 4 personas, o 6 a 7 ocupan todos los espacios disponibles en la calle, charlando ruidosamente alrededor de los vasos espumosos llenos de cerveza fría. Casi todos son turistas extranjeros. A pesar del espacio congestionado, no se ve ni un ceño fruncido; unos mochileros amables incluso brindan con la mesita de al lado. Entrevistamos a Robin Moore, una turista australiana, quien nos dice: “He venido aquí los últimos 3 días. Me divierto mucho. Esta calle está cerca de nuestro hotel así que nos sirve muy bien para descansar después de un día largo de viaje por la ciudad, tomando una birra y charlando con otros turistas. Realmente es aquí donde puedo apreciar el espíritu de Hanoi. Hemos conocido a muchas personas que, como nosotros, toman cerveza y contemplan a la gente pasando.”
Robin Moore, la turista desde Australia
La “calle extrajera” todavía es una calle de Hanoi, y aún es el lugar favorito de los jóvenes locales. Nuestra amiga Nguyen Ngoc Huyen, de 24 años de edad quien vive en Hanoi, comparte: “A veces, en los fines de la semana, vengo aquí con mis amigos para charlar, pasando el rato. Las comidas aquí son baratas, y además podemos hablar con los extranjeros. Es un lugar perfecto para relajar y entretenerse. Hasta celebré mis cumples aquí, ¡Fue genial!”
Y así las sonrisas, las charlas, los repiqueteos de los vasos al chocar por los animados brindis, la música a alto volumen originada desde los bares, las ofertas de los vendedores ambulantes duran hasta la medianoche. A las tantas horas, muchos aún se resisten a irse, buscando los últimos momentos de alegría antes de partir para su casa u otro sitio… Ta Hien vuelve a su silencio de siempre, para dentro de muy poco despertarse con la petición de otra ronda.