Todos los fines de semana, en un pequeño espacio en el recinto del internado de la Universidad Nacional o en la Casa Cultural Estudiantil de Ciudad Ho Chi Minh, un grupo de muchachos se citan para ensayar el “don ca tai tu” (canto aficionado del sur), el “cai luong” (teatro renovado) y otros géneros de la música folclórica de la región meridional.  

Estos jóvenes son miembros del Club de Melodías Sureñas, que coinciden en el amor y la pasión por la música tradicional, al igual que los demás participantes de este club, que tras seis años de funcionamiento tiene ya un total de 60 integrantes.

Minh Tuan, uno de los que se unió al club desde los primeros días de su fundación, manifestó: “Me encanta el género del teatro renovado y la música aficionada del sur desde la secundaria. Y por casualidad conocí el Club de Melodías Sureñas a través de un amigo. Después de algunas sesiones, me gustó mucho y me inscribí en 2016. Hasta ahora, tengo 6 años en el club”.

Los miembros del Club de Melodías Sureñas vienen de distintas provincias del país. Muchos de ellos son estudiantes que ya se graduaron y están trabajando, pero aprovechan los fines de semana para seguir la agenda de la asociación y orientar a los integrantes más jóvenes.

La mayoría de los miembros del club son estudiantes que, a pesar de sus limitados recursos, ahorran parte de sus estipendios y el dinero suministrado por sus familias para los gastos diarios u obtenido de sus trabajos a tiempo parcial para comprar instrumentos como la guitarra y la cítara de 16 cuerdas, a fin de ensayar, interpretar y satisfacer su pasión por la música tradicional. Thanh Trinh, jefe de dicho club, compartió: “Me llena de orgullo subir al escenario y cantar la música tradicional como coplas folklóricas, el bolero, o el canto aficionado del sur. Alguien ha dicho: ‘Las artes tradicionales quedan, la vitalidad nacional perdura’. Me gusta mucho esta frase. La música folclórica es suave y sentimental, evoca lo rústico, lo sincero, el amor y el agradecimiento”.

Mientras tanto, en la Universidad de Economía de Ciudad Ho Chi Minh se instala el Club de Canto Folclórico, muy conocido entre los estudiantes y jóvenes, ya que tiene hasta hoy 26 años de historia.

De acuerdo con Pham Van Minh, encargado del equipo de instrumentos musicales de este club, para sobrevivir y desarrollarse durante un largo tiempo sus miembros han innovado constantemente la forma de practicar e interpretar organizando concursos, intercambios y encuentros con otros clubes. También invitan a artistas a impartir clases.

“Las actividades regulares del club son muy diversas. En particular, organizamos exposiciones de caligrafía en ocasiones festivas como el Año Nuevo, acompañadas de mini conciertos de música tradicional con flautas de bambú y otros instrumentos típicos, así como con canciones folclóricas. Estas actividades atraen la participación de muchos jóvenes y a un gran público”, Minh dijo.

Los mencionados clubes de Ciudad Ho Chi Minh han sido invitados a actuar en muchos programas musicales y eventos de universidades, la Unión de Jóvenes Comunistas, los distritos y la urbe, así como en estaciones de radio y televisión. Muchos de sus miembros han participado y recibido premios en concursos y festivales del “don ca tai tu” y del “cai luong”.

Dinh Thi Kim Ngan, vicepresidenta de Comunicación del Club de Canto Folclórico de la Universidad de Economía de Ciudad Ho Chi Minh, dijo que su grupo desea crear un lugar de recreación para los estudiantes amantes de las melodías folclóricas y de los instrumentos musicales nacionales, y también hacer llegar a un círculo más amplio su amor y conocimiento al respecto. Ella dijo: “El repertorio del Club de Canto Folclórico en los grandes espectáculos siempre se dirige a enaltecer el espíritu nacional. Hacemos todo lo posible para difundir el amor y ayudar a las personas, sobre todo a los jóvenes, a comprender más sobre la música tradicional”.

En Ciudad Ho Chi Minh siguen activos muchos clubes de música tradicional, que con el entusiasmo de sus jóvenes miembros aficionados y el apoyo de los centros educativos, organizaciones sociales y el gobierno local, han contribuido activamente en la preservación y promoción del acervo cultural del sur en particular y del país en general.