(VOVworld) - Se puede encontrar el cultivo de arroz en terrazas en varias provincias montañosas septentrionales de Vietnam, como Ha Giang, Yen Bai y Lao Cai. Las terrazas trazadas en laderas de montañas dibujan un cuadro de naturaleza majestuosa y fascinante. Pero este reconocido tesoro nacional no solo provoca admiración por su magnífica y armoniosa belleza, sino además por la manera en que los montañeses lo crearon.
Las terrazas de arroz de Mu Cang Chai se consideran como
Paisaje Nacional de Vietnam
Las mujeres de la etnia Mong, que forma parte de la gran familia de 54 nacionalidades de Vietnam, hablan poco, pero ríen mucho y nunca las ves dejar de trabajar. Desde tempranas horas de la mañana hasta bien tarde en la noche, desde las faenas más sencillas de la casa hasta las más pesadas. Las comparan con las abejas que buscan miel sin descansar. Los días que hay agua en el campo, aran con búfalos. En la temporada de la siembra, trabajan hasta la puesta del sol, sin importar ni el frío, ni la niebla. Cuando llega la cosecha, no temen cargar bultos de arroz recién recolectado que contrastan con sus pequeños hombros. A su vez, la mayoría de los hombres Mong son pequeños de tamaño, pero muy resistentes y acompañan siempre a sus mujeres para atender el cultivo en terrazas. Ly Bua Lu, en la comuna de La Pan Tan, pese a sus 80 años de edad, tiene un cuerpo fuerte y una piel rosada. Diariamente, va junto a sus hijos y nietos a las terrazas en laderas de montañas para la labranza. Él dijo que los Mong comienzan las faenas del campo cuando todavía no se levanta el sol, y regresa a casa muy tarde.
“Los Mong viven en sus parcelas donde pasan más tiempo que en sus casas. No hay discriminación alguna, todos tienen que trabajar. Si el marido ara, la mujer siembra. Si ella refuerza el dique de la terraza, él la aniega. Los hijos también pueden contribuir quitándolas hierbas malas o atendiendo búfalos. A mediodía, toda la familia come en el campo mismo, y reanuda luego sus labores. La puesta del sol les advierte el momento de regresar a casa.”
El cultivo en terrazas muestra la creatividad de los agricultores vietnamitas
El anciano también contó que para hacer las terrazas, hay que elegir lugares cercanos a fuentes de agua, las cuales son escasas en zonas montañosas. Para crear una parcela en terraza, por muy pequeña que sea, hay que buscar en varias jornadas fuentes de agua, y calcular cómo aprovecharlas. Dang Xuan Thuy, un joven ingeniero de una importante empresa hidráulica de la provincia de Yen Bai es uno de los que gustan mucho de las terrazas. Quedó maravillado al conocer los cálculos y labores de los campesinos de la minoría étnica Mong en el distrito de Mu Cang Chai para encontrar agua y conducirla hasta los cultivos.
“Las fuentes de agua por lo general quedan muy lejos en los bosques o en las cimas de las montañas. Además, la topología de la zona es muy complicada. Conducir el agua a los cultivos resulta un trabajo súper difícil en esas condiciones. Pese a las dificultades, los pobladores locales logran hacerlo, utilizando tubos de bambú o excavando surcos con rústicos utensilios como hachas, pala y cuchillos curvos.”
Campesionos étnicos siembran arroz en terrazas
La belleza de las terrazas depende mucho de las tapias. A lo lejos, parecen bajas y pegadas, pero en realidad, una puede alcanzar varios metros. Si estos muros no son bien trabajados, en la estación de las precipitaciones, pueden derrumbarse, descomponiendo las terrazas, incluso destruir parcelas de otras familias más abajo con la cantidad de tierras desplomadas. Por eso, los Mong dedican muchos esfuerzos y jornadas de trabajo para hacer tapias, que sean sólidas y resistentes, para evitar daños a sus propios cultivos y los de otros. Giang A Du, un joven campesino de Mu Cang Chai asimila muy bien las instrucciones legadas por sus padres. “Mi padre siempre me recuerda que no se puede ser negligente, sino prudente al crear las terrazas, para no perjudicar los cultivos de los vecinos. El agua también debe inundar los campos de modo gradual, para no dañar los diques. Tampoco dejar los búfalos arar cerca de los bordes, sino hay que labrar esas zonas con pala y azada.”
En cada escalón creado en laderas de montaña se hace una pequeña parcela en la que cultivan arroz. Cada cultivo en terrazas muestra la habilidad y el gusto estético de su propietario. Pocos saben que los mismos simples montañeses son autores de tal obra fenomenal, reconocida reliquia nacional y peculiar atractivo para el turismo en Vietnam.