Vu Thi Dung (c., primera línea), junto a jóvenes participantes en el Campamento Khat Vong. (Foto: VOV) |
Desde hace varios años, este campamento funciona gracias al fondo Khat Vong, cuya fundadora y promotora es Vu Thi Dung, conocida también como “la madre con más hijos de Vietnam”.
Con el tema “Aspiración de avanzar”, las actividades vivenciales del Campamento Khat Vong se llevan a cabo desde inicios de julio en un ambiente lleno de alegría y cariño. Sus participantes son 250 jóvenes de 10 a 18 años que forman parte de la Casa Khat Vong fundada por Vu Thi Dung.
Entre las actividades que se organizan en este campamento se pueden mencionar los talk show con temas como “Defenderse en el ciberespacio” y “Camino al crecimiento”, así como juegos colectivos y un viaje al Templo Hung en Phu Tho, tierra de los reyes fundadores del país.
En las sesiones de presentación, los niños comparten sus sueños personales. Hay quienes desean ser profesores, otros aspiran a ser dueños de garajes de automóviles o ejecutivos de empresas para crear empleos a otras personas. Procedentes de diferentes lugares, los jóvenes no sienten ninguna distancia entre sí por estar conectados en las muchas actividades comunes del campamento. Escuchemos a algunos de ellos:
-“Me incorporé en 2016 a la Casa Khat Vong, que es mi hogar. Desde entonces me transformé mucho, de una persona tímida y desorientada a una más abierta y cariñosa”.
-“He podido ser la mejor versión de mí mismo, gracias a la madre Dung, a su amor y a mi propia voluntad. Sueño con ser profesor para regresar a la Casa Khat Vong luego de graduarme, a enseñar a los niños, sobre todo aquellos que viven en las zonas montañosas”.
-“La madre Dung tiene un gran corazón de oro. Nos protege, nos ama y hace todo para nosotros. Aquí nos sentimos como si fuéramos de una misma familia”.
En el recorrido por Thanh Thuy (provincia de Phu Tho), donde se construye la Casa Khat Vong. (Foto: VOV) |
El Campamento Khat Vong es posible gracias al fondo del mismo nombre creado el 5 de septiembre de 2012 por Vu Thi Dung, la madre de 400 hijos de la Casa Khat Vong. Les ofrece educación de habilidades y conocimiento sobre la vida, y además, les alimenta la voluntad de avanzar.
Durante 11 años, Dung intenta localizar y extender la ayuda necesaria a los menores en situación de vulnerabilidad, a los pequeños con discapacidad y aquellos que sufren de maltratos a lo largo del país, proporcionándoles subsidios para cubrir sus gastos escolares y de alimentación hasta que terminen el bachillerato. A algunos, incluso, se les brinda apoyo económico hasta que finalicen su formación profesional y encuentren un empleo adecuado. Hasta la fecha, de los más de 400 niños desfavorecidos amparados por Vu Thi Dung, cerca de 200 superaron el bachillerato. Una parte de ellos siguen el estudio superior o universitario y otros trabajan ganándose la vida tras formarse como profesionales.
Vu Thi Dung dijo: “Las historias en la Casa Khat Vong muestran el milagro de la vida. Cada una te obsesiona, pero a la vez te motiva y te da más fuerza y esperanza en tu camino elegido. Lo que ha hecho Khat Vong es la solidaridad de toda la comunidad para ayudar a futuros ciudadanos a tener una vida decente y verdaderamente valiosa para que puedan contribuir a su país después”.
De hecho, en esta trayectoria significativa no faltan benefactores. Pham Duc Thanh, uno de los patrocinadores del Fondo Khat Vong, compartió: “Este es el segundo año de mi aventura junto a la Casa Khat Vong, una organización que crea muchos valores para la sociedad dando apoyo a los niños en situaciones desfavorecidas, pero con voluntad extraordinaria. He acompañado a Dung a muchas partes del país para buscar a esos chicos según la guía que nos dieron las personas. La Casa Khat Vong es como su segundo hogar, que los alienta a avanzar. Muchos han ganado becas importantes de grandes centros educativos internacionales como Full Bright y la Universidad británica de Vietnam, entre otros”.
En el campamento Khat Vong, los jóvenes de 10 a 18 años que viven en 30 ciudades y provincias diferentes estudian y juegan juntos, y tienen la oportunidad de conocer en persona a los voluntarios que los apoyan a distancia los fines de semana, expresándose cariño unos a otros y disfrutando el ambiente familiar.
Cada programa del Campamento Khat Vong les da una manera de vivir, una fiesta de amor y la posibilidad de nutrir su voluntad propia antes de entrar en un nuevo curso escolar con energía enriquecedora.