(VOVworld) - En la animada calle de Hang Buom en el casco antiguo de Hanói, por curiosidad numerosas personas se detienen ante la cafetería “Lính” (Soldados). La fachada del despacho de café está adornada como una tienda de campaña en tiempo de guerra. Al penetrar el recinto los clientes se asombran más porque parece un pequeño museo bélico.
La cafetería tiene una superficie de solo 25 metros cuadrados, y su
decoración interior está dominada por “la marca de soldado”
Esta cafetería tiene una extensión de solo 25 metros cuadrados, y su decoración interior está dominada por “la marca de soldado”. Las mesas y sillas fueron fabricadas como si fueran cajas de balas. En las mesas, debajo de un cristal transparente se exponen numerosos recuerdos y botines de guerra. Los más impresionante son las cartucheras, mochilas, cascos, cantimploras, bufandas de nailon, uniformes, órdenes, medallas y sellos del combatiente de liberación. El dueño del lugar se llama Le Tuan Nghia, de Hanói. Al principio se aficionó a coleccionar objetos antiguos. Pero en el proceso de recogida, numerosos objetos pertenecientes a un soldado de Ho Chi Minh le conmovieron. A partir de ahí se empeñó en abrir un sitio para vender café a soldados. Tuan Nghia compartió su idea:
“Con este puesto de venta quiero mostrar a los jóvenes cómo combatieron nuestros predecesores. Colecciono objetos de guerra y quiero convertir mi cafetería en lugar para que los veteranos se encuentren y compartan sus memorias. Cada objeto ayuda a los clientes, sobre todo a los jóvenes a comprender más las penalidades y la vida sencilla de las generaciones anteriores”.
Nguyen Manh Hiep, ex soldado en el distrito de Tay Ho frecuenta este lugar para evocar junto a sus compañeros los momentos vividos en la encarnizada batalla de Quang Tri. Cada vez que se pone en contacto con estos objetos se conmueve.
“En el tiempo de la guerra numerosos compañeros míos se sacrificaron. Al venir aquí me siento muy emocionado, recordándolos en los combates del pasado”.
Se exponen en la cafetería "Lính" utensilios, relojes, cuchillos, libros, etc...
de soldados vietnamitas y norteamericanos en la Guerra de Vietnam
En esta cafetería el dueño expuso a ambos lados del local utensilios, relojes, cascos, zapatos, cuchillos, libros de guía para sobrevivir en cualquier situación y topografía de los soldados norteamericanos. Una vez entró en este establecimiento, John Woolly, veterano estadounidense y escribió en el libro de visitas: es maravilloso encontrar una cafetería para los soldados, los que combatieron y se sacrificaron. Ahora, somos amigos.
En otra pared se colocan los equipajes sencillos del combatiente del ejército de liberación como cinturones y sandalias de caucho guardados en mochila. Esto sólo portaban los valientes combatientes que vencieron al enemigo.
No solo veteranos, sino muchos jóvenes también frecuentan la cafetería
para conocer más sobre la lucha por la independencia de los antepasados
Muchos jóvenes acuden día tras día a este lugar. Ellos solo conocen la guerra a través de películas y fotos, por eso esta especial cafetería les impresiona tanto. Nguyen Ngoc Thái, empleado de un banco expresó: “Siento aquí una atmósfera única y me siento relajado en un espacio tranquilo, escuchando música suave y contemplando objetos de personas que atravesaron la cordillera de Truong Son para salvar el país. Estoy muy orgulloso de las anteriores generaciones y deseo que la actual generación siga su ejemplo para defender la soberanía del país”.
La cafetería de soldados no es solo un rincón donde despiertan las memorias de guerra, sino a la vez un museo vivo que ayuda a la joven generación a comprender las penalidades, sacrificios y gloriosas victorias de sus predecesores y valorar más la actual vida pacífica.