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Dinh Quy reafirmó asimismo el respaldo de Hanói a los esfuerzos de la ONU, su Misión de Paz en Afganistán, los países, las organizaciones regionales y otros socios internacionales en la promoción de la paz en esa nación islámica.

Por otro lado, el diplomático condenó los ataques dirigidos a los civiles y a las infraestructuras básicas, especialmente las de primera necesidad al servicio de la vida de la población local. Pidió a las partes poner fin a la violencia, respetar la Ley Humanitaria Internacional y garantizar el acceso completo a la asistencia humanitaria y sanitaria.

Instó a abordar los desafíos económicos y humanitarios, sobre todo la inseguridad alimentaria, además de impulsar la participación de las mujeres y los jóvenes en todas las esferas de la vida social en Afganistán.