Una zona de Damasco, capital de Siria. (Foto: Xinhua/VNA) |
En una rueda de prensa celebrada en Ginebra, Turk destacó que ya hay primeros indicios, como la coordinación de los grupos de oposición sirios y el apoyo de la comunidad internacional, que demuestran este gran potencial.
A su vez, funcionarios israelíes informaron el mismo día que el país intensificará los ataques contra los depósitos de armas modernas de Siria y mantendrá una presencia militar terrestre “limitada” para prevenir cualquier amenaza que pueda surgir después de la caída del presidente Bashar al-Assad.
Asimismo, el alto funcionario de Hezbolá, Hassan Fadlallah, una fuerza estrechamente vinculada al gobierno del derrocado presidente Bashar al-Assad, valoró los acontecimientos en Siria como una “gran y peligrosa transformación”.
En otro desarrollo, el Kremlin declaró que aún es demasiado pronto para determinar el futuro de las bases militares rusas en Siria. El portavoz Dmitry Peskov, indicó que esta cuestión se discutirá entre el gobierno ruso y las fuerzas que asuman el poder en el país de Medio Oriente tras el proceso de traspaso de poder.