(VOVworld) - La última Cumbre del G8, los países más industrializados y Rusia, concluyó en Irlanda del Norte, Reino Unido sin lograr avances notables en el camino hacia una solución a la crisis en Siria. Aunque el grupo emitió una Declaración conjunta final con un acuerdo sobre el tema, los dos días de debate en Lough Erne no aportan novedad alguna en lo que se refiere a los conflictos, que duran ya más de dos años en el país árabe.

Tan solo el compromiso de las 8 potencias por dirigirse a una solución pacífica. El resultado queda en el llamamiento de los miembros del G8 al Gobierno sirio y a los opositores a que participen en la Conferencia de paz sobre Siria que se celebrará en Ginebra con un espíritu serio y constructivo. La declaración conjunta expresa la preocupación del grupo por el aumento de las amenazas terroristas y el extremismo, así como la división sectaria en Siria. Los países del G8 condenan el uso de las armas químicas en cualquiera de sus formas y en cualquier parte y urge a las partes a favorecer el trabajo de los inspectores de la ONU. Otro logro es el compromiso de asistencia adicional de una cantidad que asciende al millón y medio de dólares para los programas humanitarios en Siria y los países vecinos.