(VOVworld) – La cumbre de los países más industrializados del mundo (G8) se inauguró el 17 de junio en Irlanda del Norte, Reino Unido, con una agenda ambiciosa centrada en superar el deterioro económico global. Sin embargo, la mayor diferencia radica en las políticas en cuanto a la situación de Siria. La pregunta es si armar o no a los rebeldes en ese país del Oriente Medio.
El G8 es un grupo formado por los 8 países democráticos más industrializados del mundo, que son Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Rusia. La actividad destacada de esta agrupación es la celebración de cumbres de carácter económico y político que se realizan anualmente con la participación de dirigentes de los estados miembros y funcionarios internacionales, además de otras conferencias al margen de esta cita. La reunión de este año se considera una oportunidad importante para discutir temas relacionados con la situación de la economía mundial. Concretamente, los países involucrados se esfuerzan por impulsar las actividades comerciales para recuperar el crecimiento económico. Por su parte, el país anfitrión, Reino Unido, aprovecha este foro para tomar las medidas contra la evasión fiscal y para fomentar la transparencia en los negocios.
La escalada de violencia agrava la situación en Siria
En cualquier caso, parece que estos temas no centran la agenda de la cumbre, sino que es la cuestión de Siria la que ha tomado el total protagonismo. En vísperas de la cita, los agentes de la inteligencia estadounidense declararon que la Casa Blanca suministrará armas a la oposición siria parapetándose en que el Gobierno de Damasco utilizó armas químicas durante los combates. La acción de Washington suscita respuestas categóricas por parte de Moscú. Aunque Estados Unidos no revela su plan detallado sobre este apoyo con armamento a los rebeldes sirios, deja en esa nación del Oriente Medio aeronaves de guerra F-16 y misiles Patriot en la zona fronteriza con Jordania. Mientras los miembros del G8 apoyan e incluso urgen al establecimiento de la zona de exclusión aérea en Siria, Rusia lo rechaza categóricamente y opina que la información sobre el uso de armas químicas por parte del gobierno Bashar Al-Assad está tan tergiversada como la relacionada con los armamentos de destrucción masiva del difunto presidente de Iraq, Saddam Hussein. Aunque el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, persuadió a su homólogo ruso, Vladimir Putin, a exhortar a Bashar Al-Assad a volver a las negociaciones con el fin de terminar con la guerra civil que ya dura dos años, Moscú mantiene intacta su postura y califica a la oposición de Bashar Al-Assad como “caníbales que se comen los intestinos de sus enemigos”. Rusia estima que el suministro de armas por parte de Estados Unidos a los rebeldes sirios agrava la escalada de violencia. Además, en el diálogo bilateral con el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, el mandatario ruso criticó el abastecimiento armamentista de Occidente a la oposición en Siria y afirmó continuar respaldando al Gobierno de Bashar Al-Assad, considerándolo como una acción legítima.
Irán planea enviar 4 mil efectos de La Guardia Revolucionaria Nacional
a Siria para apoyar al Gobierno de Bashar Al-Assad
No es ilógico que existan pocas esperanzas sobre la cuestión de Siria tras la celebración de esta última cumbre del G8, tan solo el anuncio de una conferencia internacional por la paz en la nación en el próximo mes de julio. La causa principal es las diferencias en el enfoque de la cuestión. Mientras tanto, la situación en Siria es cada vez más preocupante. De acuerdo con los agentes de inteligencia del Occidente, Irán planeó enviar 4 mil efectivos de La Guardia Revolucionaria Nacional como apoyo al Gobierno de Damasco. Junto a la organización musulmana chiita de Hezbolá en Líbano, Teherán se comprometió a ayudar a la Administración de Al-Assad a derrotar a la oposición respaldada por el Occidente y por varios estados árabes, además de cooperar con este movimiento islámico libanés como reclamo de los Altos de Golán, zona ocupada por Israel. Actualmente, entre 3 y 5 mil sirios reciben entrenamientos militares en Irán y esperan la orden de atacar la meseta. Otra señal peligrosa radica en las dudas sobre la asistencia de Corea del Norte al Gobierno sirio en la producción de armas químicas. En este sentido, Pyongyang traspasa a Damasco tecnologías para sintetizar agentes químicos y crear ojivas nucleares desde los años 90, y recientemente un dispositivo que sirve para la elaboración de dichos armamentos. Aunque no se ha verificado la veracidad de estas informaciones, se echa leña al fuego del conflicto sirio. Sin embargo, la comunidad internacional mantiene sus esperanzas de otras señales positivas de la cumbre del G8 en Irlanda del Norte para buscar una solución a la cuestión de Damasco y así terminar con un conflicto civil que se ha cobrado ya la vida de 93 mil personas.