La ONU está en contacto con las autoridades locales y los Estados miembros pertinentes, junto con el gobierno yemení, en busca de poner fin a la captura de ese personal lo antes posible y retomar el control total de sus instalaciones en Saná.
Las fuerzas hutíes irrumpieron en la Oficina de la ONU en la capital yemení el 18 de octubre, argumentando que algunos de sus empleados estaban involucrados en actividades de espionaje.
Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, rechazó las acusaciones de los irregulares de Yemen, calificándolas de “peligrosas e inaceptables”.