Al concluir el 31 de diciembre la quinta sesión plenaria del VII Congreso del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, Kim afirmó que su país no permitirá a Washington usar la cumbre bilateral para lograr su propio propósito.
Pyongyang continuará desarrollando nuevas armas estratégicas para garantizar la seguridad nacional, agregó, y aseguró que el alcance de la disuasión nuclear dependerá de la actitud de Estados Unidos.