Simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro invaden el Palacio de Planalto. (Foto: AP)

También manifestó su confianza en que el país suramericano sepa “lidiar ante esta situación con democracia y una adecuada rendición de cuentas”.

Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó los ataques ocurridos el domingo. Pidió realizar “investigaciones rápidas, imparciales, efectivas y transparentes” sobre lo sucedido y llevar a los perpetradores a la justicia.

Mientras, en una conversación telefónica con su par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, el presidente estadounidense, Joe Biden, denunció dichos asaltos y expresó su apoyo al nuevo mandatario de la nación suramericana. También invitó a Lula da Silva a visitar Estados Unidos a principios de febrero.

Luego, en una declaración conjunta con sus pares de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Canadá, Justin Trudeau, Joe Biden condena los actos de violencia que retan la transferencia pacífica del poder en Brasil.

El 8 de enero, miles de bolsonaristas entraron de forma violenta en las sedes del Parlamento, la Presidencia y el Supremo y provocaron graves daños en el interior de los edificios durante cuatro horas, hasta que las fuerzas de seguridad actuaron para dispersarlos. Unos 1.500 alborotadores fueron arrestados. Dichos órganos han reanudado sus actividades.