En aquella época el papel do de Ke Buoi (antiguo nombre de la aldea Yen Thai) se utilizaba ampliamente para diversos fines: escribir libros, poesía, caligrafía y plasmar pinturas tradicionales tan reconocidas como las de Dong Ho, Hang Trong o Kim Hoang. Gracias a su durabilidad y resistencia a la humedad, al moho y a las termitas, este papel artesanal permitía conservar a la perfección los tesoros culturales de Hanói.

“En una ocasión, cuando mi amigo vietnamita alemán visitó una pagoda en el lago del oeste y vio a un maestro calígrafo enseñando la caligrafía a los niños, me pidió el favor de acompañarlo a preservar la caligrafía vietnamita y contarla al mundo. Cuando realizamos el proyecto tuve los primeros acercamientos al papel do, lo que despertó en mí un profundo interés por conocer este oficio tradicional. Al comprender su valor cultural y el riesgo de desaparición que enfrenta en la modernidad, decidí hacer algo por revivirlo y preservarlo”. 

Así explicó Tran Hong Nhung cómo el destino la llevó a involucrarse en el oficio tradicional de elaboración del papel do y a fundar Zo Project, una empresa social que trata de preservar y revitalizar la fabricación del papel hecho a mano, al mismo tiempo que brinda un sustento económico estable para los artesanos.

“El papel do de Vietnam es precioso, por lo que queremos preservarlo ante su riesgo de desaparición. Para que nuestro proyecto se haga sostenible buscamos crear productos que reflejen el espíritu de la contemporaneidad, usando materiales tradicionales para lograr que esta artesanía pueda revivir y seguir vigente”,agregó Hong Nhung.

Gracias a la colaboración entre las autoridades locales y la empresa social Zo Project, el antiguo oficio del papel do ha sido revitalizado en el sitio cultural y turístico ubicado en el número 189 de la calle Trich Sai, también conocido como el Museo del Papel Do. Allí se exhibe todo el proceso artesanal: desde el origen del árbol do (Rhamnoneuron balansae), la selección de la corteza, el machacado, la cocción del adhesivo natural extraído del árbol mo (Clerodendrum), hasta el moldeado, prensado y secado del papel.

El Museo del Papel Do ofrece experiencias únicas, como batir la corteza, moler fibras, moldear y crear objetos artesanales guiados por miembros de Zo Project.

Hudson, turista australiano apasionado por la cultura de Hanói, eligió en esta ocasión participar en el taller en el centro cultural de la calle Trich Sai 189 y compartió lo siguiente: “Me siento realmente atraído por el papel do de Vietnam. Al llegar aquí tuve la oportunidad de participar en su elaboración y fue una experiencia muy especial. El papel es liviano, delicado y hermoso. Pude crear un cuaderno junto a jóvenes artesanos, y el resultado fue único. Me lo llevaré como recuerdo para regalar a mis amigos y seres queridos”.

Zo Project ha dado a conocer ampliamente las ofertas elaboradas con papel do a través de talleres, exposiciones y plataformas de venta en línea. Actualmente, se presenta en el mercado japonés y pronto llegará a Estados Unidos.

Nhung dejó saber: “Colaboramos con artistas y diseñadores nacionales e internacionales para crear productos que eleven el valor del papel do, lo que nos permite difundirlo a nivel global. Nuestro objetivo es investigar y desarrollar continuamente este material, asegurando así que tanto los artesanos como los creadores que trabajan con él puedan ganarse la vida dignamente”.

El resurgir del papel do en la aldea Yen Thai es más que la recuperación de un oficio tradicional: es el susurro del pasado que vuelve a cobrar vida, preservando la memoria de generaciones y entrelazando la delicadeza de una hoja con el alma cultural de la milenaria Hanói.