Para los habitantes de Nga Nam, la cestería de jacinto de agua seco rima con ingresos estables y buenas condiciones de vida. Se puede tomar como ejemplo el caso de Nguyen Phuoc Huu, habitante del poblado Vinh Hoa, que logró salir de la precariedad con la fabricación de productos tejidos de jacinto de agua, tales como maceteros, cojines, bolsos y cestas. Para desarrollar su actividad, sabía que podía contar con el apoyo de las autoridades locales, que buscan hacer de la cestería un verdadero éxito económico. Phuoc Huu dijo: “Como el suelo es rico en alumbre, no podíamos practicar la agricultura y, de repente, era difícil llegar a fin de mes. Con la cestería, en cambio, las cosas están mucho mejor. Tenemos ingresos estables y, francamente, lo estamos haciendo bastante bien”.
La cestería con jacinto de agua seco no solo brinda una fuente estable de ingresos para agricultores de Soc Trang, sino que también es una actividad productiva amigable con el medio ambiente. |
La aldea de Vinh Hoa es uno de los centros de cestería, se practica allí en casi el 90 % de sus 250 hogares. Además, cabe decir que cada trabajador obtiene un ingreso diario que puede oscilar entre los 70 mil y los 100 mil dongs (de 3,06 a 4,37 dólares), lo que, en las zonas rurales, se considera bastante adecuado. Además, parece que la cestería artesanal no ha sufrido demasiado por la pandemia de covid-19, tal y como lo informó Huynh Thi Mien, que está al frente de la Asociación de Mujeres del poblado Nga Nam.
“Afortunadamente, este es un sector que no se ha visto demasiado afectado por la crisis sanitaria provocada por el covid-19. El flujo de productos sucede sin demasiados contratiempos y eso es bueno porque sin la cestería de jacinto de agua seco no sé muy bien qué podríamos hacer para salir económicamente”, dijo Mien.
De hecho, la cestería hecha con jacintos de agua comenzó muy precisamente en la aldea de Vinh Hoa, hace unos veinte años. De algunos pocos tejedores, esta localidad cuenta hoy en día con 500 talleres familiares, para cerca de mil 500 cesteros, además de cinco cooperativas que fueron creadas para garantizar un mejor flujo de productos y estabilizar el precio de compra. Nguyen Kim Lien, encargada de la cooperativa de la aldea My Hoa, dijo: “El número de miembros de nuestra cooperación ha aumentado de 10 al principio a 150 ahora. Fabricamos alrededor de 3 mil productos cada semana. Los trabajadores son pagados de acuerdo a su nivel profesional, con una remuneración diaria que varía entre 120 mil y 200 mil dongs, o incluso más”.
Con un salario diario de 8,25 dólares, la tejeduría del jacinto de agua seco ha ayudado a los agricultores de Nga Nam a cubrir sus gastos, especialmente en la actual etapa pandémica. Éste es también un modelo productivo efectivo que las autoridades locales están interesadas en replicar, con el objetivo de poder ayudar a la población local a aumentar sus ingresos y así reducir la pobreza de manera sostenible.