Instalando bombillos eléctricos para los pobladores de Xe dang.
|
No hace mucho tiempo, la aldea de Xe dang que alberga a casi 500 personas, cuya mayoría son étnicos, era una de las más pobres del distrito de Cu M’gar. Sus residentes enfrentaban constantemente problemas debido a la falta de electricidad y agua. Incluso, varios de ellos tuvieron que irse y probar suerte en otro lugar.
En diciembre de 2017, las autoridades locales hicieron esfuerzos por conectar el pueblo a la red eléctrica nacional. La electrificación ha cambiado por completo la vida de los pobladores a partir de la fiesta del Año Nuevo Lunar 2018.
Trieu Tien Duc, residente local, es el jefe de una plantación de café de 1,7 hectáreas y mil árboles de pimienta. Tras dos años de acceso a la electricidad, solo debe regar sus tierras 4 o 5 veces al año. El sistema de riego automático le permite ahorrar recursos y ampliar la superficie de café a otras 7 hectáreas. Según el hombre, esta conexión a la red nacional le ha cambiado la vida, ya que antes necesitaba para cada riego usar generadores diésel y contratar a docenas de trabajadores temporales. El agricultor compartió: “Hasta que no estuvimos conectados a la red nacional, nos vimos obligados a comprar cada año un kit de energía solar de 8 amperes. Era muy caro y solo para hacer funcionar los televisores. Pero con la electrificación, el nivel de vida de la población ha mejorado. Antes ganaba entre 20 y 25 millones de dongs al año, y ahora es el doble.”
Obreros de la empresa eléctrica de Dak Lak garantizan el suministro de la electricidad en Xe dang.
|
Pero la electricidad no solo tiene facilidades económicas. En este pueblo de Xe dang, ha permitido ofrecer condiciones favorables a los niños para que asistan a la escuela y estudien en una mejor situación, con el uso de computadoras y proyectores en el aula. Ahora todo es mucho más cómodo, como explicó Nguyen Thi Tinh, maestra de la escuela primaria de Ly Tu Trong. “Antes no había luz, así que cuando llovía, teníamos que dejar de trabajar porque estaba muy oscuro y los niños no podían ver lo que estaba escrito en la pizarra. Y luego, en verano, el calor era insoportable. Pero hoy podemos trabajar cómodamente. Todas las clases están equipadas con ventiladores.”, dijo.
Las familias pueden utilizar electrodomésticos desde que accedieron a la fuente eléctrica. Tienen un televisor, un medio esencial para aquellos que desean comprender los asuntos actuales, nacionales e internacionales, y mantenerse informados sobre las políticas del Partido y el Estado. Para Trieu Duong The, jefe de la aldea, es un gran avance. Recordó: “Recuerdo que hace dos años, solo usábamos electricidad por la noche, y con moderación. Pero hoy en día, todos podemos usar dispositivos eléctricos como refrigeradores, televisores y lavadoras. Nuestra vida, sin duda, ha mejorado significativamente”.
Este proyecto de suministro de electricidad para las aldeas de Xe dang y Jarai forma parte de una operación a gran escala que tiene como objetivo conectar las localidades más alejadas del país a la red eléctrica nacional. Está claro que esta fuente de energía contribuye significativamente a elevar la calidad de vida de los residentes, al tiempo que impulsa el desarrollo económico local.