(VOVworld) - Las tradicionales festividades de la primavera son un rasgo cultural muy típico en la vida comunitaria en Vietnam, lo que contribuye a enseñar a las nuevas generaciones el origen de la nación. Estas fiestas suelen celebrarse principalmente en la primavera, un momento de comunicación entre el Cielo y la Tierra y cuando la naturaleza se renueva y los seres humanos festejan.
Un espectáculo de danza del león en la inauguración del festival de Yen Tu, en la provincia norteña de Quang Ninh
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Después de las celebraciones del Tet, una nueva temporada de fiestas comenzó en todo el territorio de Vietnam. Es fascinante el ambiente alegre que evoca buenas actitudes en la población. Según la creencia popular, todas estas actividades tradicionales parten de la gratitud que los habitantes expresan a los genios y deidades que moran en su localidad y tienen el mérito de protegerla o, mejor aún, de introducir allí una especialidad artesanal. De hecho, las ceremonias que se realizan en las fiestas tradicionales comprenden rituales, procesiones, ofrendas de tributos, además de juegos populares y actividades recreativas.
Tradicionalmente, las festividades están vinculadas con una región o aldea específica. Muchas de ellas son emblemáticas, como la fiesta del Templo Hung en Phu Tho, en memoria a los monarcas fundadores del país, el festival de Yen Tu, para conmemorar al rey-monje, Tran Nhan Tong, en Quang Ninh, el de Lim, en Bac Ninh, el de la pagoda Keo, en Thai Binh, y el de la pagoda Huong (Perfume) en Hanoi, donde también se llevan a cabo los festejos de Co Loa y Le Mat, entre otros. Con el transcurso del tiempo, estas famosas celebraciones juegan un papel importante en la vida espiritual hasta convertirse en un factor cultural indispensable en las comunidades rurales.
Por ejemplo, en Vinh Thuong, un pueblo en el distrito de Ung Hoa, en las afueras de Hanoi, cada cuatro años los aldeanos realizan una gran fiesta para rendir homenaje a sus cinco principales dioses, que fueron los príncipes, mandarines o generales Dam Hieu Hoang, Linh Lang, Nguyen Phuc Nguyen, Cuong Dung Hung Luoc y Tran Hung Dao. Es una ocasión propicia para expresar gratitud a los méritos de sus antepasados y concienciar a las nuevas generaciones sobre la importancia de preservar estas prácticas peculiares. Nguyen Huu Cham, miembro de la Asociación de personas de la tercera edad de la referida localidad, donde este evento es siempre un momento muy esperado, comentó lo siguiente: “Siempre me siento muy feliz de participar en esta celebración y mucho más cuando observo los esfuerzos de las futuras generaciones en la preservación de las preciosas tradiciones de la nación. Estas peculiaridades se mantienen y contribuyen a reforzar la solidaridad y el apoyo mutuo en la producción, así como a la construcción de un país cada vez más próspero ”.
La festividad de Giong, en la comuna de Phu Dong
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Los sonidos de los tambores resonando en cada callejón parecen invitar a los aldeanos a participar en sus festividades tradicionales, donde tienen la oportunidad de incorporarse a desfiles y procesiones, así como otras atractivas actividades culturales y deportivas. Además del aspecto espiritual, los festivales tienen como objetivo educar a la personas, recomendándoles a renunciar a la maldad, disipar la tristeza en la vida cotidiana y recordar profundamente sus raíces, así como darles más energía para continuar su viaje. Eso es exactamente lo que hace Do Quoc Hung, quien a pesar de que vive en Ciudad Ho Chi Minh, regresó a su pueblo natal con el propósito de asistir al festival aldeano. “Al llegar a la fiesta primaveral, deseamos contribuir en parte a la preservación de las preciadas tradiciones de la nación y aportar recursos económicos para la reparación de pagodas y templos”.
El festival es considerado como una ocasión para reunir a los vietnamitas de dentro y fuera del país. Este es el caso de Vu Huu Tiep, quien vive en Hungría. Sobre el tema, expresó: “Pese al trabajo, me esfuerzo y lo planifico bien para poder asistir a la fiesta de mi pueblo. Creo que este siempre es un momento muy conmovedor para mí.”
Los valores atractivos de las festividades del pueblo se han mantenido intactos a lo largo de los siglos, lo cual demuestra el vínculo con la comunidad y la quintaesencia cultural de la milenaria nación vietnamita.