Desde abril, las dos escuelas de Pa Khen acogen a estudiantes especiales, que son agricultores. Todas las noches vienen aquí para aprender a leer, escribir y contar, bajo la guía de los maestros de la Escuela de Primaria y Secundaria 19/5. Song Thi Vang, de 41 años, es siempre la primera en llegar al aula a pesar de que vive lejos. Ella compartió: “Cuando era pequeña no pude ir a la escuela porque mi familia no tenía los recursos necesarios. Cuando supe que había estas clases nocturnas, me apunté de inmediato. Es cierto que estoy muy ocupada con las tareas agrícolas, pero siempre trato de ir al aula. Ahora estoy empezando a aprender a leer y escribir. ¡Estoy muy feliz!”.
Pese a su ocupado trabajo agricola, los étnicos Mong en el distrito de Moc Chau tratan de acudir a las clases nocturnas.
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Al igual que ella, Giang Thi Ly no pudo ir a la escuela cuando era pequeña por las mismas razones. Ahora, aunque está casada y es madre, aprovecha estas clases nocturnas para recuperar el tiempo perdido y “saciar su sed de aprender”.
“Estas clases de alfabetización son una verdadera bendición para mí. Ahora sé escribir, firmar y, sobre todo, calcular. ¡Como comerciante que soy, esto lo cambia todo!”.
Los estudiantes de estas clases nocturnas son muy aplicados, y los profesores son los primeros en percibirlo. Por ello, intentan crear planes de estudios flexibles y adecuados para que todos puedan absorber los máximos conocimientos. Al respecto, la maestra Tran Thi Huy dijo: “Esta es la segunda vez que imparto clases de alfabetización para adultos. Trato de aplicar métodos de enseñanza para que mis alumnos adquieran conocimientos de forma fácil y efectiva. A veces tengo que ir a sus casas para animarlos a acudir a las aulas. Es importante limitar el absentismo”.
De hecho, para mantener activas las clases de alfabetización, las autoridades locales y los profesores suelen ir a las casas de los étnicos para convencer a sus familias de que les permitan continuar con su educación. Pham Minh Thang, vicedirector de la Escuela de Primaria y Secundaria 19/5, informó: “En el proceso de enseñanza, los profesores aplicamos métodos flexibles y adecuados, según las capacidades de los alumnos. También incorporamos habilidades básicas en la vida diaria, tales como cursos de prevención del covid-19 o medidas para prevenir incendios y ahogamientos, entre otros. Además, organizamos intercambios culturales y deportivos para contribuir al desarrollo social e intelectual de las minorías étnicas que residen en este lugar”.
Para Vuong Van Hoc, subdirector de la Oficina de Educación y Formación del distrito de Moc Chau, cuanto más disminuye el analfabetismo, más se reduce la pobreza.
“Planeamos continuar abriendo nuevas clases de alfabetización con el apoyo de organizaciones políticas y sociales. El objetivo es que para 2025, el 97% de los pobladores de 15 a 60 años puedan leer y escribir. Mientras, para las comunas en dificultades, nos esforzamos por que la tasa de alfabetización de las personas de 15 a 35 años supere el 95%. Si lo logramos, esperamos que la erradicación del analfabetismo sea cada vez más eficaz y contribuya a mejorar la vida de la población local”.
Al finalizar los cursos, la Oficina de Educación y Formación de Moc Chau otorga un certificado a los estudiantes que cumplen con los estándares establecidos. La organización de clases de alfabetización no solo tiene un profundo significado humanista, sino que también contribuye a elevar el nivel intelectual de las minorías étnicas en la localidad.