Foto: Ngoc Anh/VOV |
Dentro de 5 años, Vietnam acelerará y elevará la eficiencia en la transición de la inversión, priorizando el aspecto cualitativo en vez de la cantidad, con medidas destinadas a mejorar la calidad del desarrollo y la aplicación de adelantos científico-tecnológicos.
Necesidad de renovar el modelo de crecimiento
Según expertos y científicos el antiguo modelo de crecimiento extensivo se basa en el aumento de factores de entrada como el capital, la mano de obra y los recursos naturales. Su implementación contribuyó a alcanzar logros de desarrollo importantes durante las últimas tres décadas, ayudando a Vietnam a superar la pobreza, mantener un crecimiento económico estable y mejorar la vida de la población. Sin embargo, los factores que impulsan tal tipo de crecimiento, como la mano de obra barata, las inversiones masivas y la profunda integración, se están debilitando gradualmente.
Al respecto, el Doctor Dang Xuan Thanh, vicepresidente de la Academia de Ciencias Sociales de Vietnam, afirmó: “Los tres motores de crecimiento de los últimos 30 años: la mano de obra de bajo costo, las grandes inversiones y la integración al mercado mundial, están perdiendo gradualmente su efecto. El crecimiento aún depende en gran medida del capital, pero su uso tiene una menor eficiencia. La productividad laboral de Vietnam representa solo una parte modesta en comparación con la de países de la región, como Singapur, Malasia o Tailandia. La cadena de valor global en la que Vietnam participa se centra principalmente en el segmento de bajo valor. Por consiguiente, la economía de nuestro país no experimenta un avance importante”.
En este contexto es imprescindible para Vietnam adoptar un nuevo modelo de crecimiento que permita sobrepasar límites y lograr avances innovadores en los próximos tiempos. No se tratará de una orientación a largo plazo, sino la necesidad de concretarlo mediante políticas y programas de acción clarividentes y de alta viabilidad.
La ciencia, tecnología, innovación y transformación digital son pilares
Se ha determinado que el modelo de crecimiento del próximo período debe concebirse como una estructura compleja y multidimensional que incluya elementos económicos, tecnológicos, ambientales y sociales.
Éste se centrará en la productividad, la ciencia-tecnología y la innovación. Tres grupos industriales que pueden ser motivaciones para el nuevo modelo de crecimiento son tecnología digital e inteligencia artificial; energía verde y transformación ecológica; e industrias de procesamiento y manufactura de alta gama.
El Profesor Asociado y Doctor Bui Quang Tuan, vicepresidente de la Asociación de Ciencias Económicas de Vietnam, puntualizó: “El crecimiento verde y la economía verde son considerados nuevas fuerzas impulsoras del modelo de crecimiento. Junto con la transformación digital, ambos generarán motivaciones para el nuevo período. La economía verde es uno de los pilares del desarrollo económico sostenible, que abarca la sociedad, el medio ambiente y las instituciones. El crecimiento verde y la economía verde implican la transformación digital, el desarrollo científico-tecnológico y la innovación. Por lo tanto, los primeros deben estar siempre asociados a los segundos”.
En el futuro próximo Vietnam también priorizará la inversión, la transformación digital y la economía de datos, así como la reestructuración de la cadena de suministro para aprovechar la tendencia transformadora global.
En referencia a este tema, el Profesor y Doctor Tran Tho Dat, presidente del Consejo de Ciencia y Formación de la Universidad Nacional de Economía, manifestó: “El crecimiento de Vietnam debe basarse en un modelo de crecimiento digital, la ciencia y la tecnología. Hay que desarrollar una infraestructura digital sincronizada, moderna y segura, y reducir la brecha digital entre regiones para lograr una economía digital integral e inclusiva. Con el crecimiento digital, lo más importante es la proporción de la economía digital en el PIB. En 2024, la contribución de la economía digital de Vietnam al PIB fue de un 13,7 %. Se plantea que en 2025, esta tasa debe alcanzar un 20 % del PIB y para 2030, un 30 %”.