 El jefe del Comité de Asuntos Jurídicos del Parlamento, Hoang Thanh Tung. (Foto: quochoi.vn) |
Durante cinco años, la Asamblea Nacional celebró 19 períodos de sesiones, incluidos nueve extraordinarios, una cifra inédita, demostrando capacidad de reacción ante desafíos urgentes en el periodo de recuperación pospandemia, en un contexto económico global inestable y con crecientes exigencias de renovación del modelo de crecimiento.
Profunda reforma institucional
El logro más destacado del mandato fue la reforma institucional. La modificación de varios artículos de la Constitución de 2013 constituye un hito que abre una etapa histórica con visión de largo plazo. El diputado Trinh Xuan An, de la provincia sureña de Dong Nai, expresó: “La Asamblea Nacional se atrevió a reformar la Constitución para avanzar hacia un modelo de dos niveles de gobierno, eliminando el nivel distrital tras 80 años de existencia, y acompañó este paso con una serie de reformas legales sobre la organización del aparato estatal. Se trata de una labor legislativa estratégica que no solo impacta un mandato, sino que sienta las bases para todo un proceso y define la trayectoria de desarrollo del país”.
En total, se modificaron o aprobaron 149 leyes, generando un fuerte impulso a la reforma administrativa, la descentralización, la reorganización territorial y el perfeccionamiento del marco jurídico para el desarrollo sostenible de la nación. Estas decisiones no sólo removieron obstáculos al crecimiento socioeconómico, sino que consolidaron un modelo de gobernanza moderna, eficiente y orientada al servicio público.
Hoang Thanh Tung, presidente del Comité de Asuntos Jurídicos de la Asamblea Nacional, subrayó: “Los proyectos de ley aprobados por el Parlamento fueron elaborados de manera breve y centrados en las competencias del propio órgano legislativo, a la vez que otorgaron mayor autonomía y flexibilidad al Gobierno y a los territorios, en línea con la descentralización y la reforma administrativa. Todas las políticas pusieron a la ciudadanía y a las empresas en el centro, orientadas a eliminar trabas, liberar la capacidad productiva y movilizar recursos para el desarrollo”.
Paralelamente a la labor legislativa, la función de supervisión se renovó con un enfoque más sustantivo. La Asamblea Nacional prioriza los temas más urgentes de la vida social, bienestar, seguridad energética, mercado inmobiliario y apoyo a empresas y trabajadores. Cada jornada de discusión evidenció responsabilidad y espíritu democrático, impulsó la actuación del aparato administrativo, clarificó responsabilidades y promovió soluciones concretas.
 El presidente de la Asamblea Nacional, Tran Thanh Man, pronuncia el discurso inaugural del décimo periodo de sesiones de la Asamblea Nacional, XV Legislatura. (Foto: quochoi.vn) |
Definir el futuro y abrir paso a una nueva era de desarrollo
De hecho, estas acciones emprendidas no solo atendieron prioridades inmediatas, sino que prepararon el camino para el futuro. Con un marco institucional más completo, una legislación coherente y una administración ágil y descentralizada, Vietnam dispone de condiciones favorables para entrar en una nueva fase de desarrollo. El presidente de la Asamblea Nacional, Tran Thanh Man, afirmó: “El país enfrenta grandes oportunidades, pero también desafíos. La Asamblea Nacional continuará siguiendo las orientaciones del Partido, escuchando a los votantes y a la comunidad empresarial, acompañando al Gobierno y coordinando con los organismos competentes para fortalecer la labor legislativa, la supervisión y la toma de decisiones estratégicas”.
El rumbo ya está definido, la base ha sido consolidada y el espíritu de renovación se ha extendido. Sin embargo, persisten retos importantes, entre ellos, la aplicación de políticas en ministerios y localidades requiere mayor coherencia; la coordinación en la ejecución de las leyes debe ser más resolutiva y continua; y, sobre todo, la ciudadanía espera cambios tangibles en su vida cotidiana, tal como lo ha exigido el secretario general del Partido To Lam, quien sugirió: “Cada decisión de la Asamblea Nacional no solo impacta de forma inmediata en la economía, la sociedad, la defensa, la seguridad y la vida de millones de ciudadanos, sino que también deja huella en el futuro del país. Por ello, el órgano legislativo debe actuar con valentía, rigor, objetividad y responsabilidad al decidir sobre las cuestiones estratégicas de la nación, las orientaciones de desarrollo socioeconómico, distribución del presupuesto, proyectos de infraestructura clave, políticas de bienestar, grandes lineamientos de integración internacional y asuntos relacionados con la independencia, la soberanía y la integridad territorial”.
La XV Legislatura ha dejado una huella nítida de renovación orientada al servicio del pueblo y al impulso del desarrollo, construyendo un marco institucional moderno que abre una nueva etapa para el país. Ese espíritu constituye un legado valioso para las próximas legislaturas.